Las personas que dejan vagar su mente envejecen antes
La tendencia de la mente a dispersarse guarda relación con el envejecimiento,
según un estudio de la Universidad de California. Sus autores han
comprobado que la longitud de los telómeros, un marcador que ha
demostrado ser útil para medir el envejecimiento celular, parece estar
asociada a la tendencia a dejar a la mente vagar hacia pensamientos
sobre el pasado y el futuro o, sencillamente, “a estar en otra parte”.
En concreto, las personas que más divagan tienen los telómeros más
cortos, lo que supone que el envejecimiento se acelera. Por el
contrario, quienes tienen más capacidad de estar presentes y
prestan más atención a la actividad que están realizando en cada momento
tienen los telómeros más largos, y con ello también más esperanza de vida.
Como recuerdan los autores del estudio en la revista Clinical Psychological Science,
los telómeros son los fragmentos de ADN que protegen el final de los
cromosomas en los que se empaqueta el material genético, impidiendo que
se deterioren. Suelen acortarse con la edad, y lo hacen más rápido si
nos exponemos a estresores psicológicos o fisiológicos.
Los investigadores asocian los resultados al hecho de que las
meditaciones tipo mindfulness, una técnica de atención plena
desarrollada en la Universidad de Massachusetts que promueve la atención
al momento presente, está asociada con una mayor actividad de la enzima
telomerasa, que mantiene a los telómeros “largos”. Por lo tanto,
prestar atención al tiempo presente podría tener repercusiones para la
salud cuantificables a nivel celular.