En un fallo considerado
histórico una corte en Argentina condenó a dos hombres por fumigar de
forma indebida con insecticidas y pesticidas en un campo cercano a un
poblado.
Se trata del primer juicio realizado en América Latina por el uso de agroquímicos, sustancias ampliamente utilizadas en países agroexportadores como Argentina, uno de los principales productores de soja del mundo.
Para las organizaciones ecologistas, que consideran que los agroquímicos dañan la salud, este fallo podría ser un primer paso para que comience a limitarse el uso de sustancias como el glifosato, el herbicida más utilizado en la región.
Sin embargo, algunos expertos legales advierten que esta causa no reducirá el uso de estos químicos, ya que los hombres juzgados no fueron condenados por usar agroquímicos (sustancias permitidas por ley) sino por violar los límites establecidos para su uso.
Francisco Parra, un productor agrario, y Edgardo Pancello, un piloto de avioneta, fueron sentenciados a tres años de prisión condicional por no haber respetado la franja de resguardo al fumigar sobre un campo contiguo al poblado de Ituzaingó Anexo, un barrio en la céntrica provincia de Córdoba.
Un tercer hombre resultó absuelto por falta de pruebas. El tribunal informó que dará a conocer los fundamentos de su resolución el 4 de septiembre.
No obstante, algunos medios argentinos interpretaron que con su fallo la justicia cordobesa estaba dando por comprobado que existe un vínculo entre el uso de agroquímicos y la inusual cantidad de enfermos que hay en Ituzaingó Anexo.
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Durante una visita a ese poblado de 5.000 habitantes los vecinos dijeron a BBC Mundo que desde que comenzaron las fumigaciones hace doce años 82 personas murieron de cáncer y otras 143 padecen la enfermedad.
También muchas mujeres han sufrido abortos y análisis de sangre realizados a 140 niños mostraron que el 80% de ellos tenía rastros de agrotóxicos.
Precedente
Para Alejandro Pérez Moreno, abogado de Pancello, la condena de este martes no demuestra un vínculo entre el uso de agroquímicos y estas enfermedades.“Para declarar la culpabilidad los jueces sólo tenían que determinar que existía un peligro potencial, por lo cual es erróneo interpretar que este fallo acepta que los agroquímicos causaron estas enfermedades”, dijo a BBC Mundo.
La potencial conexión entre agroquímicos y problemas de salud podría ser establecida en un caso paralelo, considerado la “causa madre” del debate sobre el uso de estas sustancias.
En ese proceso, entablado por los mismos fiscales de esta causa contra los mismos imputados, se busca probar que efectivamente los agroquímicos que arrojaron en Ituzaingó Anexo dañaron la salud de esa población."Para declarar la culpabilidad los jueces sólo tenían que determinar que existía un peligro potencial, por lo cual es erróneo interpretar que este fallo acepta que los agroquímicos causaron estas enfermedades"
Alejandro Pérez Moreno, abogado de Edgardo Pancello.
Carlos Matheu, el fiscal que impulsa la causa, dijo a BBC Mundo que en septiembre comenzarán las pericias para determinar estos vínculos causales.
Si la Justicia determina que hay evidencia suficiente el caso podría llegar a las cortes en 2013.
Para Matheu, la condena de este martes le da un impulso fuerte a ese proceso. Sin embargo Pérez Moreno consideró que ese fallo sólo se refirió a un asunto de límites y no a la cuestión de fondo.
“Este es un fallo aislado que no cambiará nada porque la ley permite el uso de agroquímicos así que para que se limite su uso tendrán que cambiar la ley”, sostuvo.
El abogado también dijo que apelará la sentencia de la Cámara del Crimen, por lo que ese fallo tampoco es firme aún.
Delito
¿Cambia algo entonces a partir de este fallo?Según el fiscal Matheu, si bien esta resolución no prueba que los agroquímicos causan daños a la salud, sí sienta un precedente que cambiará la forma en que se usan estas sustancias en Argentina.
“Esta es la primera vez en el continente americano que un tribunal considera que arrojar agroquímicos violando las franjas de resguardo es un delito. Antes a esta violación se la consideraba simplemente una falta administrativa. Ahora se puede ir a la cárcel por este motivo”, explicó.
Para el letrado, esta nueva tipificación hará que los productores agrarios tengan que restringir fuertemente el uso actual que hacen de sustancias como el glifosato.
“Ahora los productores fumigan sin demasiado cuidado y no toman en consideración factores como el viento, que puede diseminar los químicos por poblados cercanos. A partir de este fallo tendrán que tener recaudos mucho mayores”, advirtió.
Según Matheu, en Argentina unas 12 millones de personas viven en zonas donde se fumiga con agroquímicos. Y sólo en 2011 se arrojaron 300 millones de litros de estos productos.
BBC Mundo intentó conocer la opinión de las asociaciones rurales sobre las repercusiones que pueda tener este fallo pero hasta ahora ninguna se ha pronunciado sobre el tema.
Sin embargo, el diputado de la provincia de Buenos Aires Jorge Srodek, un productor de soja que integra la comisión de Asuntos Agrarios del Congreso provincial, dijo a este medio que este caso será un “llamado de atención” sobre el uso apropiado de los agroquímicos.
“El glifosato es una sustancia imprescindible para la producción de soja pero considero que hay que ser responsable en cómo se lo aplica”, afirmó.
En ese sentido, Srodek consideró arriesgado utilizar aviones para fumigar con este herbicida.
Para Matheu, este es un punto clave: la fiscalía de Córdoba pidió que el Ministerio de Salud nacional prohíba la fumigación aérea con agroquímicos. Y el letrado también espera que este fallo haga pensar dos veces a los productores que utilizan esta técnica.
Fuente:
BBC Ciencia
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