El Ejecutivo resolverá en un plazo de 30 días hábiles la problemática socioambiental que afecta al asentamiento humano Nueva Esperanza, ubicado en el distrito de Paramonga, provincia limeña de Barranca, tras la instalación hoy miércoles de una mesa de diálogo multisectorial que en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
Vladimiro Huaroc, alto comisionado de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS) de la PCM, dispuso que dicho grupo de trabajo se encargue de definir las acciones para revertir la contaminación y los daños a la salud generados a la población debido a la actividad industrial en la zona.
Señaló que en cuatro semanas se deberán adoptar acuerdos para resolver esta situación, los mismos que serán oficializados mediante una resolución ministerial para su estricto cumplimiento.
Los pobladores del asentamiento humano Nueva Esperanza responsabilizan de la polución, principalmente, a la empresa Agroindustrial Paramonga S.A.A. (AIPSA), que opera en la zona desde hace 150 años. Ellos aducen que de esta planta emanan partículas producto de la quema de la caña de azúcar.
Por su parte, la empresa afirma que desde el año 2007 sustituyeron su caldera de petróleo residual por una caldera de bagazo, con la cual redujeron la emanación de gases contaminantes. Asimismo, señaló que se encuentra en proceso de elaboración de su Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA).
Igualmente, los ejecutivos de Química del Pacífico (Quimpac) deslindaron responsabilidad de las empresas que conforman su grupo empresarial (Panasa y Cartopac) en la contaminación en la zona, pues informaron que sus plantas no generan gases de combustión y que operan con gas natural.
En la reunión de hoy miércoles participaron funcionarios de los ministerios de Agricultura, Ambiente, Salud y Producción; y los congresistas por Lima Provincias, Wilder Ruiz y Manuel Zerillo.
También asistieron los representantes de la Defensoría del Pueblo, el Gobierno Regional de Lima, la Municipalidad Provincial de Barranca y la Municipalidad Distrital de Paramonga, así como los dirigentes del asentamiento humano Nueva Esperanza.
Fuente:
La República