Sin embargo, el azúcar de caña crece en agrupaciones más densas que el maíz,
así qu un acre de azúcar de caña puede producir al menos 2.333 litros
de etanol, comparado con los 1.514 litros de etanol por acre de maíz.
Además, tal y como señala el físico brasileño y secretario de medio ambiente del estado de Sao Paulo, José Goldemberg, transformar azúcar de caña en etanol también es más respetuoso con el medio ambiente:
Los destiladores de Brasil, el mayor productor mundial de etanol, obtienen 30,3 litros de etanol procedente del azúcar de caña por tan solo 3,8 litros de combustible fósil. Del maíz, la primera fuente de etanol de Estados Unidos (segundo productor mundial), se obtienen solo 7,5 litros de etanol por 3,8 litros de combustible fósil.
¿Entonces? ¿Por qué Estados Unidos prefiere el maíz?
La respuesta tiene ribetes políticos y económicos: Brasil, por ejemplo,
tiene el clima perfecto para el cultivo de la caña de azúcar, así como
abundante mano de obra barata. Sin embargo, los subsidios
gubernamentales de Estados Unidos incentivan a los granjeros a cultivar
más maíz, y la demanda de etanol no es tan alta como en Brasil, así que
los cultivadores estadounidenses ganan más dinero cultivando caña para
azúcar que para combustible.
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