El terremoto de magnitud 8.9 que golpeó a Japón el pasado viernes 11 de marzo provocó tsunamis que devastaron la costa nipona y que cruzaron el Pacífico en menos de 21 horas. El tsunami alcanzó la primera boya de monitorización unos pocos minutos después del terremoto, y poco después los científicos prepararon un pronóstico de la altura que alcanzarían las olas y su hora de llegada a las costas. Los colores en la imagen superior indican los picos en la altura de las olas. Cerca de la fuente subterránea del temblor, a unos 375 kilómetros al norte de Tokyo y al sudeste de ese epicentro, donde se concentró buena parte de la energía liberada, la altura de las olas superó los 2.5 metros (en negro en la imagen). Pero a lo largo de buena parte del Pacífico, la altura de las olas en mar abierto, que atravesaron el océano a la velocidad de un avión de pasajeros, probablemente permaneció por debajo de los 20 centímetros (amarillo y naranja).
Lo vi en Scienceshots.
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