Al final de un párrafo de ese artículo, el autor deja caer lo siguiente:
I won’t speculate about how this device might work as I am in the Ray Hyman school that says let’s establish that it actually does work before trying to figure out how it works.
(No especularé acerca de cómo podría funcionar este dispositivo porque soy de la escuela de Ray Hyman que dice «vamos a averiguar si funciona antes de intentar averiguar cómo funciona».)
Además de que me parece una filosofía de lo más razonable, me puse a buscar quién era ese tal Ray Hyman. El hombre no decepciona: pertenece a ese grupo de magos que también son psicólogos (otro ejemplo lo tenemos en Richard Wiseman). Además de haber producido numerosas publicaciones académicas y divulgativas, destaca entre sus obras una guía para entender la lectura en frío en 13 cómodos pasos.
La lectura en frío, para los que todavía no conozcan la técnica, es el conjunto de técnicas empleadas por adivinos, echadores de cartas, lectores de mentes y demás farsantes para hacer ver que le están contando a su víctima cosas que ésta sabe pero no ha dicho a nadie: cómo se llamaba su abuelo, lo bonita que era la casa en la que vivían en el campo cuando era pequeña, que tiene preocupaciones monetarios y un largo, triste y lucrativo etcétera. El truco principal consiste en estudiar al sujeto sobre el cuál se quieren adivinar detalles y ver cómo va guiando inconscientemente al lector a través de numerosos detalles (principalmente, el lenguaje corporal y las expresiones faciales).
No es fácil engañar a alguien de esta forma, pero aquí están las 13 sugerencias de Hyman:
1. Recuerda que el paso principal para una lectura exitosa es la confianza. Que parezca que sabes lo que haces.
2. Haz un uso creativo de las últimas publicaciones estadísticas y encuestas. Por ejemplo, si eres capaz de averiguar el entorno social y religioso del sujeto a estudiar quizá puedas adivinar sus preferencias en asuntos políticos y su actitud hacia muchos otros temas.
3. Prepara el escenario. Que parezca que eres humilde en lo tocante a tu don. No realices afirmaciones excesivas.
4. Consigue la cooperación del sujeto antes de empezar. Pon énfasis en que el éxito de la lectura requiere cooperación por su parte; incide en que así va a aprender cosas nuevas sobre su ser.
5. Elabora algún montaje: cartas del Tarot, bolas de cristal, lectura de manos… Sirven para darle una atmósfera misteriosa a todo el evento y además permiten obtener tiempo para pensar en la siguiente pregunta o afirmación.
6. Ten una lista de frases listas para usar. También permiten ganar tiempo. Los manuales de Tarot y lectura de manos son una buena fuente de frases.
7. Mantén los ojos abiertos: cualquier detalle sobre el individuo (forma de vestir, forma de hablar, joyería) proporciona datos valiosos.
8. Usa la técnica de la pesca [nota: en el original, fishing, directamente. Quizá tenga otra traducción en el mundillo]. No es más que una técnica para conseguir que el sujeto hable de sí mismo. Luego se puede volver a decir eso con otras palabras para que parezca que el origen está en la lectura y no en él. Una forma de hacerlo es convertir las afirmaciones en preguntas y esperar a la respuesta.
9. Aprende a escuchar. El sujeto estará deseando hablar sobre esos eventos que están saliendo a la luz. La mayoría de las personas que buscan los servicios de uno de estos charlatanes muchas veces están deseando hablar de sus problemas.
10. Dramatiza la lectura. Haz que todo parezca mucho más importante de lo que en realidad es.
11. Da siempre la impresión de saber más de lo que estás contando. Una vez que hayas convencido al sujeto de que sabías algo que de ninguna manera podrías haber averiguado, podrás dar la impresión de que en realidad lo sabes todo.
12. No dudes en halagar al sujeto a la mínima oportunidad.
13. La Regla de Oro: dile siempre al sujeto lo que quiere oír.
Si no cobrasen unos precios desorbitados por sus servicios, esta primavera me iría al Retiro, me sentaría en las sillas de los diversos tarotistas que se sientan por allí esperando a que caiga algún incauto y empezaría a tachar elementos de la lista. Intuyo que quedarían pocos sin marcar.
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