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1 de octubre de 2010

EE.UU pide perdón por experimentos en Guatemala

Todo empezó cuando una profesora universitaria investigaba el llamado Experimento Tuskegee, una investigación médica de los años 30 para estudiar las consecuencias de la sífilis. Aquel estudio fue controvertido porque a los pacientes, todos afroamericanos sin recursos, nunca se les dijo que tenían sífilis y nunca se les ofreció un tratamiento para combatir esa enfermedad de transmisión sexual.

La profesora encontró unos documentos perdidos de un médico que había participado en ese estudio, y en ellos había referencia a otro experimento de los años 40 financiado por el Gobierno de Estados Unidos y hasta ahora desconocido: cerca de 1.500 presos en cárceles de Guatemala fueron inoculados con sífilis o gonorrea. Primero se inoculó el virus a decenas de prostitutas que posteriormente mantuvieron relaciones con cientos de presos en una cárcel del país. Al comprobar que muchos de los presos no fueron contagiados, los médicos decidieron inocularles directamente el virus mediante inyecciones en sus órganos genitales o "exposición del prepucio del pene a materiales infectados", según dice un documento hecho público hoy por el Departamento de Estado.

Estados Unidos pidió disculpas este viernes por financiar un estudio en los años 1940, en el que cientos de guatemaltecos fueron deliberadamente infectados con sífilis y gonorrea sin su consentimiento.

El estudio, realizado entre 1946 y 1948 en Guatemala, era "claramente falto de ética" y "condenable", dijeron en un comunicado la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius.


El gobierno de Estados Unidos se ha disculpado por inyectar a cientos de personas en Guatemala gonorrea y sífilis, como parte de exámenes médicos hace casi sesenta años.

Muchas de las personas sometidas a los experimentos eran enfermos mentales y presos que no podían dar su consentimiento.

La Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, condenó las investigaciones como poco éticas y reprobables.

Las investigaciones se llevaron a cabo en momentos en los que EE.UU. intentaba poner a prueba vacunas contra enfermedades venéreas, pero muchos de los pacientes infectados no recibieron el tratamiento adecuado después de ser sometido a las pruebas.

El objetivo del estudio en Guatemala, que fue financiado con una beca por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y la Oficina Sanitaria Panamericana, que luego se convirtió en la Organización Panamericana de la Salud, tenía el objetivo de investigar nuevas formas de prevenir las enfermedades venéreas.

Los primeros experimentos en Guatemala consistieron en inocular sífilis o gonorrea a prostitutas, a las que permitieron luego que tuvieran relaciones sexuales sin protección con soldados o prisioneros.

En una segunda fase, "cuando algunos de estos hombres se contagiaron, el enfoque de la investigación cambió y se pasó a inocular directamente a soldados, prisioneros y pacientes de hospitales psiquiátricos", según los documentos del estudio.



En la disculpa formal que ha ofrecido hoy la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, al Gobierno y al pueblo de Guatemala, promete una "investigación minuciosa de este suceso atroz. Aunque estos sucesos ocurrieron hace más de 64 años, estamos indignados de que tal investigación reprochable haya ocurrido bajo el pretexto de la salud pública. Lamentamos profundamente que esto haya sucedido y ofrecemos nuestras disculpas a todas las personas que resultaron afectadas por esas abominables prácticas de investigación. La conducta demostrada durante el estudio no representa los valores de Estados Unidos ni nuestro compromiso con la dignidad humana y el gran respeto hacia el pueblo de Guatemala.

"El estudio es un triste recordatorio -ha dicho- de que las garantías adecuadas para la investigación en seres humanos no existían hace medio siglo. En la actualidad, los reglamentos que gobiernan la investigación médica en seres humanos financiada por Estados Unidos prohíben este tipo de violaciones atroces. Estados Unidos es inquebrantable en su compromiso de garantizar que todos los estudios médicos en seres humanos que se realizan en la actualidad, cumplan con las rigurosas normas legales y éticas de Estados Unidos e internacionales."

Fuentes:

Univision

BBC Ciencia

Cadena Ser
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