Un equipo de investigadores identifica el origen evolutivo de una de las plagas más mortíferas y resistentes que sufre la humanidad
El parásito que produce la malaria, una de las enfermedades más recalcitrantes que sufre la especie humana y causa de la muerte de más de un millón de personas cada año, procede del gorila. Hasta ahora los científicos no sabían cuál sería el origen evolutivo de este microorganismo y se apuntaba más bien hacia el chimpancé, o incluso el bonobo. Pero ahora, unos científicos han analizado casi 3.000 muestras de restos fecales de primates africanos en estado salvaje y han descubierto que los parásitos correspondientes en el gorila occidental son los más parecidos a los humanos. Deducen que la malaria en las personas procede de esa especie.
Los científicos han analizado con técnicas de ADN las muestras de chimpancé, bonobo y gorila (oriental y occidental) tomadas en el África subsahariana para detectar la presencia del microorganismo en estas poblaciones animales, en algunas de las cuales la malaria es endémica, explican Weimin Liu (Universidad de Birmingham, EEUU) y sus colegas en la revista Nature. Ellos recuerdan que la enfermedad, debida a una infección sanguínea, esta causada por la picadura de un mosquito (Anopheles) que transmite el parásito de la malaria, el plasmodio. De las cinco especies de plasmodio que infectan a las personas, una de ellas, la P. falciparum, provoca la mayor morbilidad y mortalidad, "causando varios cientos de millones de casos clínicos de malaria cada año y más de un millón de muertos". Hasta ahora, el origen y reserva natural de este parásito "era una cuestión controvertida", recalcan los investigadores.
Los análisis de del equipo de Liu indican que "el parásito saltó a los humanos desde los gorilas occidentales, no de chimpancés, y que esta transmisión entre especies se produjo una sola vez", explica el especialista Edward C.Holmes (Universidad de Pensilvania, EEUU) en un comentario publicado en Nature que titula La conexión gorila. El conocimiento profundo de la biodiversidad de un agente patógeno no significa una puerta hacia el tratamiento milagroso de la enfermedad ni sirve como herramienta efectiva para predecir posibles brotes infecciosos debidos a los saltos interespecies, señala este experto, pero este tipo de trabajo científico supone "una gran ayuda para comprender los orígenes de enfermedades humanas". Imposible olvidar en este punto el origen del VIH, el virus del sida, en su equivalente en primates, el VIS. En el caso de la malaria, con los conocimientos que se tienen actualmente y dada la gran capacidad de mutación del plasmodio, no es posible determinar cuándo exactamente se surgió la enfermedad en el hombre.
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