Este último puede extenderse a lugares muy distintos a los que se pensaba y esto es lo que he estado pensando durante las idas y venidas de Facebook con sus continuos cambios en sus políticas de confidencialidad, de cómo tratarán la información que están acumulando y de qué políticas tendrán para permitir a los usuarios entrar, permanecer y cómo estos están permitidos actuar mientras están.
El gráfico (click para agrandar la imagen) nos demuestra claramente el potencial que han acumulado estos lugares y resalta la preocupación que los que los llevan sean los adecuados para gestionar los monstruos que han ingeniado.
Si el crecimiento visto continúa, puede que empecemos a ver cada vez más características de Estados con las grandes acumulaciones de miembros. Si una religión puede tener representación diplomática centrado en muy pocos metros cuadrados en el centro de Roma, ¿por qué no Facebook también?Lea el artículo completo en:
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