Lunes, 05 de abril de 2010
Española que encuentra cura al Mal de Chagas lucha por los pobres Es posible poner los avances de la ciencia al servicio de quienes más los necesitan, como lo demuestra la experiencia de la Doctora Pilar Mateo con el mal de Chagas en Bolivia.
¿Qué es la enfermedad de Chagas-Mazza (Mal de Chagas)?
La enfermedad de Chagas-Mazza (debe su nombre a los médicos Carlos Chagas y Salvador Mazza), el Mal de Chagas o tripanosomiasis americana, es una enfermedad parasitaria tropical generalmente crónica causada por un protozoario flagelado, el Trypanosoma cruzi. El Trypanosoma cruzi es miembro del mismo género que el agente infeccioso causante de la enfermedad del sueño africano, y el mismo orden que el agente que causa la Leishmaniasis. El reservorio natural lo constituyen los armadillos, marsupiales (Didelphis sp o zarigüeyas), roedores, murciélagos y primates silvestres; y es transmitida al hombre comúnmente por los triatominos hematófagos como el Triatoma infestans (estos insectos llevan varios nombres de acuerdo al país, entre ellos, benchuca, vinchuca, kissing bug, chipo, chupança, barbeiro, chincha y chinches), el cual transmite el parásito cuando defeca sobre la picadura que él mismo ha realizado para alimentarse, por transfusión de sangre contaminada, por la ingesta de alimentos contaminados por el parásito o verticalmente de la madre infectada al feto.
Se considera que la enfermedad de Chagas es un padecimiento endémico de América, distribuyéndose desde México hasta Argentina, aunque existen vectores y reservorios incluso en el sur de los Estados Unidos. Se estima que son infectadas por la enfermedad de Chagas entre 15 y 17 millones de personas cada año, de las cuales mueren unas 50.000. La enfermedad tiene mayor prevalencia en las regiones rurales más pobres de América Latina.
26-03-2010 - Una científica española ha descubierto el remedio para luchar contra el mal de Chagas, enfermedad mortal que amenaza a 100 millones de personas en América Latina. En vez de explotar su patente, Pilar Mateo decide dirigir los proyectos de erradicación de esta enfermedad desde zonas empobrecidas de Bolivia, México y Argentina. Esto supone luchar contra el recelo de grandes intereses y contra la desconfianza de personas en situación de pobreza y vulnerabilidad. Con este argumento, la periodista y dramaturga Charo González Casas construye un relato que nada tiene de ficción: El vampiro de los pobres. Su heroína es de carne y hueso, y la enfermedad una dura realidad en América del Sur. Pilar Mateo, Doctora en Ciencias Químicas por el CSIC, es hija de un fabricante de pinturas y barnices. Su actividad profesional e investigadora se inició vinculada a la empresa familiar, en la que creó un laboratorio donde investigaba sistemas anticorrosivos para pinturas. La noticia del cierre de un hospital por la presencia de insectos en las paredes del quirófano marcó un punto de inflexión en su trayectoria profesional, que a partir de entonces daría un giro y se orientaría a la investigación de pinturas contra insectos en los países desarrollados. Lucha contra la enfermedad de Chagas (Tripanosomiasis americana) desde que se cruzó con ella por casualidad cuando, en 1995, un médico boliviano le pidió ayuda para combatir la dolencia que asolaba a su población. Esta patología afecta a entre 18 y 25 millones de personas en América Latina y provoca hasta 45.000 muertes anuales. El mal de Chagas es una enfermedad tropical que se contrae a consecuencia de la picadura de un chinche, la vinchuca, infectado con el parásito Tripanosoma Cruzi. Una vez en la sangre, el parásito se reproduce en órganos vitales como el páncreas, el hígado y el corazón y provoca cardiopatías, embolias o infartos años más tarde. El sistema inmunológico no puede luchar contra este parásito y, a falta de vacunas, medicamentos o fumigaciones efectivos, la solución está en controlar al transmisor de esta enfermedad. Hace ya más de una década, Pilar Mateo desarrolló una pintura, Inesfly 5A Igr, que contiene un inhibidor de quitina -componente del esqueleto de la vinchuca- que impide al chinche crecer y reproducirse. Para acabar con la enfermedad de Chagas, lo único que hay que hacer es pintar las casas afectadas con esta fórmula, como lo hizo Pilar. Una vez comprobada la eficacia de su descubrimiento, la doctora colgó su bata de investigadora y se entregó de lleno a su causa. Pero, a pesar de su determinación y de la existencia de un remedio efectivo, el mal de Chagas continúa propagándose. La pobreza y la falta de higiene son sus principales aliados. La vinchuca anida y se reproduce en las casas con paredes de grumos de barro y llenas de grietas. La pintura funciona, pero no basta. Se debe complementar con la educación. “Hay que enseñar a la gente a tener las casas limpias; a distinguir una vinchuca, que se puede considerar un transporte pasivo, de una colonia, ante la que hay que realizar un tratamiento como hacemos aquí. La ignorancia es la enfermedad mayor que tienen las zonas pobres”, afirma la doctora. Eso y los intereses económicos: “Los laboratorios farmacéuticos no van a investigar con algo que no es rentable, porque no hay una demanda”, denuncia la doctora. "La ciencia ha de estar al servicio de los demás. Los científicos no sólo tenemos que publicar, sino denunciar lo que vemos, y movilizarnos con ellos para participar en el desarrollo”. Pilar Mateo lamenta esta pasividad. “Se ve, se sabe dónde está, pero se mira muchas veces a otro lado, o se falsean los datos porque molesta”. Comprometida con su causa hasta el final, Pilar Mateo, “la científica que se volvió indígena”, no ceja en su empeño y busca alternativas. Los beneficios obtenidos por la venta del libro que retrata su lucha contra esta enfermedad se destinan a la ayuda del pueblo Guaraní boliviano. Sara Cañizal Sardón REvista Fusión Tomado de: Confia Info Lea también: El Mal de Chagas es un genocidio consentido Detrás de un enfermo de Chagas hay una vivienda indigna y mucha pobreza