Imagen de la web 'Spatulatta'.
MADRID.- "Mmmmm. Está buenísimo". Mientras se relamen, Belle y Liv comentan lo rico que les ha quedado el granizado de sandía que acaban de preparar. Paso por paso, le han mostrado cómo hacerlo a su amigo Anthony, que les acompañaba como 'pinche' de cocina, pero también a las más de 20.000 personas que cada mes siguen sus enseñanzas culinarias a través de la Red.
Belle y Liv son las estrellas de 'Spatulatta', una web "donde los niños enseñan a cocinar a otros niños". Sólo tienen 11 y 9 años respectivamente, pero estas estadounidenses ya saben cómo preparar un sabroso pollo al limón, una ensalada griega o una buena tarta de manzana, entre otros muchos platos.
No sólo eso. También se manejan como pez en el agua frente a las cámaras y hasta firman dedicatorias en las tapas del libro de recetas que acaban de publicar.
El éxito empezó a prepararse a fuego lento, muchos años atrás, cuando la productora Gaylon Emerzian rodaba un documental sobre nutrición para National Geographic. "Cuando apagamos las cámaras, uno de los niños que participaba en el filme gritó: '¡Mamá, he hecho pizza, he hecho pizza! Creí que se compraba en cajas'. Entonces me di cuenta de que, en sólo una generación, la gente puede olvidar cómo cocinar y de dónde vienen los alimentos", recuerda Gaylon.
Preocupada por "ver cómo en unos años todo el mundo estaría alimentándose sólo de comida empaquetada", decidió ponerse manos a la obra y crear Spatulatta. "La filosofía de este programa no sólo es que los niños aprendan a cocinar sino que sean capaces de elegir los alimentos más adecuados, una alimentación sana", comenta. "Si saben que puede hacerse un sorbete sólo con melocotones congelados, yogur y un poco de azúcar, por lo menos se preguntarán para qué sirven todos esos ingredientes extras que aparecen en las etiquetas de los productos del mercado", remarca.
Cocina sana para niños sanos
Con la idea en la cabeza, sólo faltaba dar con los cocineros adecuados. Y Gaylon se acordó de las hijas de unos unos amigos, los Gerasole; que que se definen a sí mismos como una familia "culinaria".
Con sólo dos años, las pequeñas Gerasole ya hacían sus primeros pinitos con el delantal; por eso, no les costó nada ponerse al frente de Spatulatta, que lleva unos tres años cocinándose.
La receta cuajó enseguida, y los vídeos de Belle y Liv enseñando cómo preparar pasta fresca, dulces navideños o un pudding vegetariano comenzaron a viajar vertiginosamente por la red. Tanto, que en 2006 recibieron el premio 'James Beard', un prestigioso galardón culinario que reconoció su importante labor difundiendo las bondades de la comida sana a través de la web. Este año, vuelven a estar nominadas.
Visitar su web (www.spatulatta.com), es casi como meterse en una cocina: allí puedes encontrar cuáles las herramientas básicas para acercarse a los fogones, los mejores trucos para acertar con las medidas, el modo de mejorar los platos un toque artístico… pero sobre todo, nuevas ideas para cocinar. Belle y Liv guardan más de 200 recetas en vídeo disponibles para cualquiera que quiera aprender a cocinar algo rápido, sencillo, sabroso y sano.
Platos chinos, italianos, mexicanos o suecos... la gastronomía es internacional en Spatulatta, ya que, como explica Gaylon, "la comida es un lenguaje que todos hablamos".
"Empezamos con cosas fáciles, como galletas", explican Bell y Liv. Pero ya se atreven con todo. "A mí me encanta la comida asiática, pero también cosas sencillas, como el 'Berry Dip and Roll' [un dulce de fresas con nata], que hasta los niños más pequeños puedan hacer", explica Liv.
A veces, las cosas no salen demasiado bien. Los ingredientes no terminan de mezclarse o del horno sale un humo sospechoso... "pero siempre aprendemos de nuestros errores", remarcan estas niñas, que a veces invitan a amigos a su 'particular cocina' o cuelgan las recetas que otros les envían.
Ninguna de las hermanas Gerasole se ve como chef profesional en el futuro. De mayor, Liv quiere ser veterinaria y Belle y está pensando en convertirse en guionista o incluso escribir obras de teatro, pero ambas remarcan que nunca dejarán la cocina. "Siempre seguiremos cocinando, simplemente porque es divertido", aseguran.
Tomado de:
El Mundo - SaludSpatulatta