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10 de mayo de 2019

El caso de las madres vírgenes o partenogénesis

La natalidad de mano de madres vírgenes en el reino animal no es algo raro.


Por primera vez, podemos ver como madres dentro del reino animal, que aparentemente no han mantenido relaciones sexuales, crían a sus hijos, especialmente las víboras de pozo

Entre los vertebrados que gozan de reproducción sexual, el nacimiento a través de madres vírgenes, también conocida como partenogénesis se da en animales como los Dragones de Komodo, las aves y los tiburones, todos ellos en cautividad.

Hasta el momento, se consideraba una novedad evolutiva, dada en momentos en los que las madres no consideraban que los machos que estaban en su entorno pudiesen ser los “padres ideales” para sus crías.

Pero un estudio del biólogo Stand Warren, de la Universidad de Tulsa (Oklahoma) arroja un haz de luz sobre un mundo oscuro hasta el momento. En las poblaciones de varios tipos de serpientes no se daba de forma extraña este fenómeno.

Los misterios del nacimiento virgen

Tras analizar el hecho, surge una primera duda ¿Por qué las hembras se someten a la partenogénesis cuando los machos se encuentran disponibles?

Una primera hipótesis apuntaría a la imposibilidad de estas a reproducirse de otras formas. Stand afirmó que la hembra en la cual se dio el caso era más pequeña que el resto del grupo, con lo que podría haber sido discriminada por los machos en favor de otras con mayor tamaño.

Otros científicos han sugerido que la partenogénesis es un tipo de error de reproducción aleatoria. Stand está investigando la posibilidad de que una bacteria o un virus sea el detonante de esto.

Otro misterio reside en el numero de crías por camada, pues las “madres vírgenes” solamente tienen una, mientras que en un parto normal, existirían entre 6 y 9 (en las Copperhead) y hasta 20 en las Cottonmouth. Además de esto, la coincidencia ha llevado a que ambos vástagos han sido machos.También es desconocido por el momento si los animales nacidos por partenogénesis se pueden reproducir normalmente o tienen partos virginales. Ladescendencia partenogenética a menudo presenta anormalidades o muerte temprana. Esto no debería sorprender a nadie, puesto que según dijo Booth, " esta es una forma grave de la endogamia."

Por el momento, los machos están a salvo

De todas formas, un nacimiento virgen se produce cuando un cuerpo polar (una célula producida junto con el huevo) hace la función de esperma y fertiliza el huevo.

Como resultado de esto, el ADN de un hijo de virgen, le haría ser un medio clon del progenitor, pero no lo sería completo.

Hasta el momento, la partenogénesis sólo se ha observado entre tiburones, reptiles y aves (que están estrechamente relacionados con reptiles). En los mamíferos no se cree que sean capaces de ello, ya que su reproducción requiere copias de genes de ambos padres.

Con lo que por el momento, no contaremos con partenogénesis humana…

Tomado de: Nat Geo

13 de enero de 2015

¿De dónde salió el cromosoma Y de Jesucristo?


La duda es la obligación metodológica del pensamiento científico. En un momento en el que ascienden nuevas y viejas corrientes irracionales, Estupinyà explica cómo funciona la ciencia y describe la peligrosa tentación de sacar la conclusión que más nos conviene.

Para hablar del pensamiento acientífico nada mejor que comenzar hablando sobre los abogados. Científicos y abogados utilizan un orden opuesto de pensamiento: los científicos primero obtienen evidencias empíricas y después obtienen conclusiones supuestamente objetivas, mientras que los abogados parten siempre de una conclusión predeterminada que defender, y más tarde buscan las pruebas o argumentos subjetivos que la sostengan. Si un abogado está hablando con su cliente y descubre un punto débil, su objetivo será esconderlo. Un científico está en condiciones de hacer lo mismo cuando un resultado no encaja con su teoría, pero entonces será un mal científico. Y los malos trabajos científicos, con el tiempo, son descubiertos.


Imaginemos la siguiente escena: un abogado se encuentra a mitad de un caso; después de escuchar al fiscal, se detiene a meditar, duda un poco, y de repente se gira hacia el juez y dice: “Oiga, ahora que lo pienso, quizás este hombre tenga razón y mi cliente sea culpable.” La opinión general sería que se trata de un mal abogado. Su obligación es luchar y hacerlo de manera dogmática por defender la posición de su cliente, tenga o no razón. “Hay dos verdades, la real y la del caso”, dicen en las facultades de derecho. Si un científico tuviera esta última actitud y se empecinara en defender sus ideas, incluso si las evidencias lo contradicen, entonces diríamos de él que se trata de un pésimo científico.

Admito que mi descripción del trabajo del abogado raya en la caricatura, pero intelectualmente me sirve, en términos generales, para plantear este orden entre conclusiones y pruebas, que distingue el pensamiento científico del acientífico. El ejemplo de los transgénicos puede ilustrar muy bien esta oposición. Alguien que está de manera sistemática en contra de los organismos genéticamente modificados –se trate o no de un investigador– seleccionará solo la información y los estudios que insinúen algún riesgo para la salud o el medio ambiente, y desechará los resultados que no gusten a sus oídos. Por el contrario, el buen científico seguiría un proceso inverso. En un principio no tomaría una posición ni sacaría conclusiones antes de tiempo. Analizaría todas las pruebas de manera objetiva, y después discutiría en qué condiciones un transgénico determinado puede ser conflictivo, absolutamente inocuo o incluso beneficioso. La objetividad es una obligación del buen científico, aunque sea muy difícil mantenerla.

Pensemos que lo que define el pensamiento científico, en términos intelectuales, no es solo los estudios que lo respaldan, sino también su manera de actuar. Nada tan alejado del pensamiento científico como defender algo por fe o dogmatismo. Para la religión las dudas son algo que debe superarse gracias a la fe, mientras que para el científico la duda es una obligación metodológica. La responsabilidad del científico es poner en duda lo que le diga su maestro e intentar corregirlo. De otro modo, los libros de ciencia terminarían siendo biblias intocables, nunca habría creación de nuevo conocimiento y los paradigmas no evolucionarían.
¿De dónde salió el cromosoma Y de Jesucristo?
Un caso ilustrativo de este conflicto entre fe y ciencia es el del reconocido físico Frank J. Tipler, profesor de la Tulane University y autor de un famoso libro de texto de física que se estudia en las universidades. Tipler, por otro lado, es un ferviente religioso convencido de que la ciencia puede congeniar perfectamente con la religión. (Mucha gente piensa lo mismo. Yo no, pero no pretendo discutir ahora esa cuestión.) Si nos atenemos a conceptos generales –si pensamos en un Dios, como el de Spinoza, que diseñó el universo en un momento inicial y dejó que la naturaleza hiciera el resto– la fe y la ciencia podrían coexistir en dimensiones separadas. En cambio, si tratamos de justificar todos los detalles que aparecen en la Biblia, sin duda habrá momentos de fricción entre la creencia religiosa y el pensamiento científico. Tomemos el caso de la virginidad de María: según lo que sabemos hasta ahora de biología, es absolutamente imposible que María tuviera un hijo varón, dado que ningún hombre introdujo el cromosoma Y en su sistema reproductivo. Si Jesucristo hubiera sido mujer, se podría pensar en una reproducción por partenogénesis, un proceso en que el material genético de un óvulo se duplica espontáneamente sin que haya división celular y luego de alguna manera se activa y empieza a dividirse como si hubiera sido fecundado. La partenogénesis existe en algunos reptiles, e incluso se puede inducir artificialmente en primates. No sería imposible que sucediera de modo espontáneo en alguno de los miles de millones de humanos que han aparecido sobre la Tierra a lo largo de nuestra historia. Pero, en cualquier caso, este humano sería hembra, con dos cromosomas X. Una mujer virgen podría tener una hija, pero nunca un hijo. No obstante, la mayor parte de los católicos está convencida de que María engendró a Jesucristo por obra del Espíritu Santo. Algunos admitirán que la mágica multiplicación de panes y peces podría tener un sentido figurado, no así la virginidad de María; esa es incuestionable. Es un dogma de fe. O, para mí, de irracionalidad. Aquí es donde Frank Tipler entra en escena. Hace unos años este gran matemático y físico publicó un libro llamado ThePhysics of Christianity, donde intentaba explicar científicamente todos los “milagros” aparecidos en la Biblia, entre ellos la virginidad de María. Tipler argumentó algo absolutamente inverosímil, como que algunos genes del cromosoma Y del padre de María pudieran haberse traslocado a uno de los cromosomas X de María, de manera que no estuvieran activos en ella, pero que en una eventual partenogénesis se hubieran duplicado y hubiesen pasado a activarse en su futuro hijo. De esta manera Jesucristo tendría dos cromosomas X, pero con los genes clave del cromosoma Y que le darían la condición masculina. Si analizamos el razonamiento de Tipler, su hipótesis es una burda jugarreta para intentar defender sus ideas. Y es aquí donde el físico Tipler está siendo –de modo muy lamentable– anticientífico. Quiere creer que María tuvo un hijo varón siendo virgen, porque así se lo dicta su fe. Ante el conflicto, en lugar de enfrentarse a su fe, se enfrenta a la ciencia al grado de tergiversarla para acomodar las explicaciones científicas a sus creencias. En el caso de Tipler, la fe se encuentra por encima de la ciencia. Podrá ser un buen físico, pero es un mal científico.. Lea el artículo completo en:

3 de septiembre de 2012

La polémica crema que promete devolver la virginidad

Pareja india

Cada vez más, los jóvenes en India mantienen relaciones sexuales antes del matrimonio.

¿Se imagina volver a sentirse como una virgen? Esto es lo que promete una controvertida crema lanzada al mercado recientemente en India.

Haciendo a un lado la veracidad o falsedad de esta promesa, la empresa dice que el ungüento sirve para empoderar a las mujeres. Los críticos, sin embargo, dicen que hace exactamente lo opuesto. 
 
La publicidad arranca con una mujer ataviada con su ropa tradicional, bailando y cantando.
"Me siento como una virgen", dice al ritmo de la música, cuando se ve claramente que no lo es.
Sus suegros la miran de reojo, mientras que su marido se le acerca moviendo las caderas, cual bailarín de salsa.

"Se siente como la primera vez", continúa cantando y girando, ante la mirada espantada de su suegra, que hacia el final del aviso cambia de opinión y decide comprarse la crema.

La empresa asegura que es la primera en su tipo en el país -hay otras que prometen un efecto similar en Estados Unidos y otras partes del mundo- y que suple una necesidad en el mercado.

Según el dueño de la compañía que la produce, Rishi Bhatia, la mezcla contiene ingredientes naturales como polvo de oro, aloe vera, almendras y granada, y ha sido sometida a exámenes clínicos.

"Es un producto único y revolucionario que ayuda a fortalecer la confianza de las mujeres y aumenta su autoestima", asegura. Pero deja en claro que no restaura la virginidad sino las emociones asociadas a ser virgen.

Crema nueva, ideas viejas

"Esta clase de pomada es una tontería y puede hacer que algunas mujeres adquieran un complejo de inferioridad"
Annie Raja, Federación Nacional de Mujeres Indias.

No obstante, la estrategia publicitaria de la empresa generó críticas en la comunidad médica, en los grupos de mujeres y usuarios de redes sociales, que sostienen que el producto refuerza la noción -muy arraigada en la sociedad india- de que hay que evitar las relaciones sexuales antes del matrimonio.

"Esta clase de pomada es una tontería y puede hacer que algunas mujeres adquieran un complejo de inferioridad", argumenta Annie Raja, de la Federación Nacional de Mujeres Indias.

Más que empoderar a las mujeres, esta crema reafirma la visión patriarcal que defiende la idea de que los hombres prefieren casarse con mujeres vírgenes, señala Raja.

En opinión de Mahinda Watsa, un ginecólogo que escribe un columna sobre sexo muy popular en un periódico nacional, las vírgenes son aún muy valoradas en la sociedad india. Watsa duda que esta visión cambie al menos en este siglo.

El columnista recibe mensualmente miles de correos en los que le piden consejos en este área. Los hombres, en su mayoría, le preguntan cómo saber si su esposa es virgen. Las mujeres, en cambio, quieren saber cómo hacer para que sus futuros maridos no se den cuenta.

El ginecólogo explica que en las grandes ciudades cada vez más gente es activa sexualmente antes del matrimonio. El hecho de que las mujeres gocen ahora de más libertad e independencia, ha hecho que sientan más confianza en sí mismas y en su relación con los hombres.

"Definitivamente hay muchos más encuentros sexuales casuales que antes", dice también Nisreen Nakhoda, una especialista en salud sexual de Delhi.

Tema tabú

Bajorelieve

En la antigüedad, había una actitud mucho más abierta hacia el sexo en India.

Nakhoda no está convencida de que la crema india funcione.

"La tensión en la vagina es creada por los músculos vaginales, por eso no entiendo cómo una crema aplicada en forma local puede hacer el mismo trabajo", señala. Sin embargo, cree que puede venderse bien en India porque aunque las prácticas hayan cambiado, las actitudes aún no se han acomodado a estos cambios, y muchas mujeres buscan una forma para que nadie se de cuenta de que han perdido la virginidad.

"Todo ocurre de forma muy discreta, nadie discute su vida sexual con sus amigos o sus parejas", explica Nakhoda.

Un sondeo llevado a cabo el año pasado por la revista Today mostró que el 19% de los encuestados (menos de 1 de cada 5) estaban abiertos a la idea de mantener relaciones sexuales previas al matrimonio o a vivir en pareja sin casarse. Un 25% no estaba en contra de las relaciones premaritales, siempre y cuando no ocurriesen dentro de su familia.

"Nos educaron diciendo que el sexo es vulgar", dice una joven virgen de 26 años.

"Cuando eres joven es difícil tener un novio y la mayoría de mis amigos en pareja tienen que hacer mil peripecias para engañar a sus padres", añade esta mujer que sueña con perder la virginidad con su marido.

Otra joven de 27 años, que tuvo su primer encuentro sexual a los 20 y que desde entonces ha tenido tres compañeros, cree que el estigma proviene en gran parte de la idea que tienen algunos hombres de querer sentirse los dueños de una mujer.

Revolución mental

Aviso publicitario

Antes de esta crema había salido otra al mercado que prometía aclarar la piel de la vagina

Pero se están produciendo muchos cambios, dice Nakhoda.

"Las nuevas generaciones quieren ser modernas y experimentar con el sexo antes del matrimonio, pero aún siguen siendo educadas con las ideas tradicionales. Esto crea mucha confusión en muchas adolescentes", afirma la médica.

"Por un lado se supone que debes ser la típica novia india dulce, pero por otro, no quieres esperar tanto porque ahora la gente se casa más tarde. El mundo de hoy es muy tentador y la gente ha dejado de resistirse", añade.

La controversia generada por la crema para fortalecer los músculos de la vagina se produce poco después de que apareciera otra pomada polémica que prometía aclarar la piel de la vagina. Ambas ejemplifican cómo los valores tradicionales entran en cortocircuito con la nueva mentalidad que está surgiendo en India.

Para Annie Raja, todos estos productos tienen que ver con darle al hombre el poder de controlar cómo se debe ver y comportar una mujer, y por ende son anticuados y peligrosos.

Pero Rishi Batia, dueño de la empresa que comercializa la crema, rechaza las críticas.

"Los hombres tienen muchos productos para aumentar su placer sexual, éste le da el poder de aumentarlo a las mujeres".

Fuente:

BBC Sociedad Cultura

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30 de mayo de 2011

Las mariposas cierran sus alas cuando no quieren sexo

Mariposas copulando

Estas mariposas sólo se aparean una vez en sus vidas.

En el reino animal, el arte de la seducción es común y muchas veces colorido. Pero si el pavo real macho derrocha color al desplegar su cola para atraer a las hembras, las mariposas hembras, en cambio, lo esconden cerrando sus alas.

Un grupo de científicos en Japón observaron cómo las especies de mariposas conocidas como licénidos (Lycaenidae), cierran sus alas para evitar la atención indeseada de los machos persistentes.

Estas pequeñas mariposas también conocidas como manto bicolor sólo aparean una vez durante su breve vida.

Cerrando las alas pueden esconder el impactante brillo de sus colores, y así las hembras se hacen menos visibles para los machos, una forma sencilla de evitar la atención.

Los científicos describieron sus hallazgos en la revista Etología.

El investigador principal y amante de las mariposas Jun-Ya Ide, del Instituto Kurume de Tecnología, en Fukuoka, Japón, había notado que las mariposas hembras a menudo cerraban sus alas cuando otras mariposas volaban muy cerca de ellas.

"También encontré que cerraban las alas a un ritmo menor cuando se trataba de otras especies de mariposas las que volaban cerca," dijo el doctor Ide.

Entonces se dedicó a tratar de averiguar por qué pasaba esto.

Vírgenes

Mariposa manto bicolor

Sin mostrar el color de sus alas, las mariposas son mucho menos visibles a las parejas potenciales.

"Los intentos persistentes de apareamiento" de los machos pueden dañar a las delicadas hembras, por lo que el doctor Ide pensó que las hembras podrían cerrar sus alas como una estrategia para evitar el acoso.

Los biólogos utilizaron un modelo macho de la mariposa para desencadenar una reacción en las hembras.

"Cuando coloqué el modelo cerca de una hembra, a menudo éstas cerraban las alas", le dijo el investigador a la BBC.

Las hembras vírgenes, por el contrario, dejaron sus alas abiertas.

"Así, llegué a la conclusión de que, puesto que las hembras que no necesitan más cópulas, cerraban sus alas para esconderse," dijo el doctor Ide.

Sin embargo, las hembras vírgenes que quieren compañero "mantienen las alas abiertas para ser visibles".

"El comportamiento de cierre del ala se ha desarrollado para evitar el acoso sexual", aseguró el especialista.

Fuente:

El Mundo Ciencia

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