La
conferencia está organizada por la Oficina Internacional de Pesos y
Medidas (BIPM, por sus siglas en francés) y si la votación está a favor
de la modificación, las nuevas unidades se definirán en términos de
constantes que explican el mundo natural.
Un voto afirmativo significa que el kilogramo (masa), el kelvin (temperatura), el amperio (corriente eléctrica) y el mol (cantidad de sustancia) serían determinados por constantes fundamentales de la naturaleza en lugar de por objetos físicos.
La constante de Planck (H) por el kilo
Sin
embargo, a partir de 2019, si así se decidiera, la “gran K” cederá su
lugar a la pequeña “h”. Esta constante, descubierta en 1900 por el
físico Max Planck, al cual es el producto de una energía por un tiempo.
La unidad seguirá siendo la misma, es decir, se seguirá hablando de kilos; solo cambiará su definición. Esta modificación abrirá la oportunidad para usar nuevas tecnologías y así poner en funcionamiento las definiciones.
“Usar las constantes fundamentales que observamos en la naturaleza como base para conceptos importantes como masa y tiempo significa que tenemos una base estable desde la cual avanzar en nuestra comprensión científica, desarrollar nuevas tecnologías y abordar algunos de los mayores desafíos de la sociedad”, explicó Martin Milton, director de BIPM, en entrevista con The Associated Press.
El valor de la unidad de masa ya no dependerá de un objeto, sino de una constante de la naturaleza.
Las nuevas definiciones quedarían así:
El kilogramo será definido por la constante de Planck (h)
El ampere por la carga eléctrica elemental (e)
El kelvin por la constante de Boltzmann (k)
El mol por la constante de Avogadro (NA)
Durante 130 años, el kilo ha sido la referencia de la unidad básica de masa. El kilo patrón, fabricado con una aleación resistente a la corrosión de 90% de platino y 10% de iridio, pocas veces ha visto la luz, pero ha cumplido una función crucial como la base del sistema aceptado internacionalmente para medir la masa del cual depende, por ejemplo, el comercio internacional.
El ampere por la carga eléctrica elemental (e)
El kelvin por la constante de Boltzmann (k)
El mol por la constante de Avogadro (NA)
Durante 130 años, el kilo ha sido la referencia de la unidad básica de masa. El kilo patrón, fabricado con una aleación resistente a la corrosión de 90% de platino y 10% de iridio, pocas veces ha visto la luz, pero ha cumplido una función crucial como la base del sistema aceptado internacionalmente para medir la masa del cual depende, por ejemplo, el comercio internacional.
Se
necesitan tres llaves, guardadas en tres lugares distintos, para abrir
la bóveda donde se guardan el Gran K y seis copias oficiales ––
conocidas como “el heredero y los repuestos” –– bajo campanas de vidrio
en la Oficina Internacional de Pesos y Medidas en Sevres, un suburbio al
oeste de París.
Es oficial, se votó a favor. ¿Qué va a cambiar?
La Conferencia Internacional de Pesos y Medidas aprobó la redefinición histórica del Sistema Internacional de Unidades. El acuerdo entrará en vigor el 20 de mayo de 2019.
La constante de Planck es
la cantidad de energía liberada en la luz cuando los electrones en los
átomos saltan de un nivel de energía a otro. Ese número ahora será
exactamente de 6.62607015 x 10 ^ -34 J·s. Para realizar sus mediciones,
los científicos usarán un instrumento electromagnético sensible conocido
como balance de Kibble.
Este cambio no tendrá ninguna implicación en la cesta de la compra ni se notará en el día a día, pero puede ser muy importante en ámbitos científicos como el desarrollo de medicinas.
Fuente: Muy Interesante