La cápsula espacial en la que viajó el animal se construyó en menos de un mes. |
Rusia conmemora este sábado el 50 aniversario del viaje espacial de la perra Laika, el primer ser vivo que voló al espacio exterior.
El viaje se produjo el 3 de noviembre de 1957, un mes después de que la URSS maravillase al mundo con el lanzamiento del Sptutnik 1, el primer satélite artificial.
El máximo dirigente soviético, Nikita Kruschev, quiso conmemorar el 40 aniversario de la Revolución de Octubre con el viaje de Laika.
La perra, que fue encontrada en las calles de Moscú, fue seleccionada entre centenares de animales por su resistencia y porque cumplía con los requisitos físicos para viajar en el Sputnik 2: pesaba menos de 6 kilos y medía menos de 35 centímetros de altura.
La cápsula espacial en la que viajó el animal se construyó en menos de un mes. No contaba con cápsula de retorno, por lo que se sabía que Laika no regresaría nunca a la Tierra.
Murió a las pocas horas
El animal iba atado con un arnés para contrarrestar los efectos de la ingravidez y fue alimentado con gelatina.
La cabina contaba con un inhibidor de dióxido de carbono y con un generador de oxígeno, así como con un ventilador que se activaba cuando la temperatura superaba los 15 grados centígrados.
La perra superó el ascenso y la entrada en órbita sin problemas, pero sólo sobrevivió en el espacio entre cinco y siete horas.
Laika murió por el calor y el pánico, algo que sólo se supo en 2002, ya que en 1957 las autoridades soviéticas dijeron que la perra había estado en órbita una semana.
Pese a todo, Laika ocupa un lugar preeminente en la historia espacial como precursora de los vuelos tripulados, al demostrar que los organismos vivos pueden tolerar la falta de gravedad durante largo tiempo.
El Sputnik 2 dio la vuelta a nuestro planeta 2.570 veces hasta que se desintegró al entrar en la atmósfera terrestre el 4 de abril de 1958.
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Fuentes.
BBC en español
El Mundo