Un episodio de sonambulismo, por lo general, apenas dura unos
minutos. Y normalmente, el sonámbulo regresa a la cama por sí solo, sin
recordar nada. A pesar de que da miedo pensar en algo así, el fenómeno no es especialmente infrecuente:
se calcula que uno de cada tres niños ha sufrido al menos uno de estos
episodios entre los cinco y los doce años (a medida que nos hacemos
mayores, resulta un fenómeno menos habitual).
Cuando un sonámbulo está por casa paseando, si el episodio se torna demasiado largo, puede resultar un poco peligroso porque puede tropezarse o tocar algo que no debería tocar, por ejemplo.
Así que lo peligroso de los sonámbulos es precisamente no despertarlos
(evidentemente, hay que hacerlo con suavidad, para que no se asusten
demasiado). Pero lo contrario, no despertarlos, no es en absoluto una
ventaja: al despertar, el sonámbulo no sufrirá un ataque al corazón, ni
un brote de paranoia, o cualquier otra cosa espantosa que suele decirse
con respecto a los sonámbulos.
Así que, de existir algún peligro con los sonámbulos, éste pasa precisamente por no despertarlo, no al contrario.
Fuente:
Xakata Ciencia
Cada vez más gente está pidiendo
ayuda para combatir trastornos del sueño y algunos están haciendo cosas
bastante extrañas durante la noche.
No sorprende: millones de personas en todo el mundo sufren de insomnio o algún otro trastorno del sueño, según la Fundación para la Salud Mental en Gran Bretaña. Esto puede tener graves consecuencias mentales y físicas.
Las clínicas británicas registran unos 50 casos nuevos semanales, cinco veces más que hace una década en algunos casos. Este gran incremento es atribuido a una mayor conciencia de los trastornos y a que más gente los reporta.
También se está lidiando con nuevos comportamientos extraños, mientras ciertos trastornos extravagantes se hacen más comunes.
Mensajes de texto
La tecnología juega ahora un papel importantísimo en nuestras vidas, y los expertos en sueño están comprobando nuevas clases de comportamiento al dormir, relacionado con ella.
Más gente está reportando que envía mensajes de texto mientras duerme, dice la doctora Kirstie Anderson, directora del Servicio de Neurología del Sueño en Newcastle Upon Tyne, Inglaterra. Considerando la cantidad de británicos que poseen un teléfono celular -92% según Ofcom- no llama la atención. Muchos lo llevan a la cama.
"Es común que la gente haga cosas mientras duerme que hacen repetidamente durante el día", afirma Anderson.
Esto se debe mayormente a trastornos llamados parasomnias, comportamientos no deseados que ocurren durante el sueño.
Pueden ser tan pequeños como abrir los ojos mientras duermen o, en casos muy extremos, conducir un auto dormidos. Anderson incluso ha tratado a alguien que desmanteló cuidadosamente el reloj del abuelo mientras dormía.
Lo que pasa en nuestro cerebro durante semejantes episodios sigue siendo un misterio. No se ha investigado mucho, por la dificultad de recabar información.
"El problema es que la gente raramente hace esas cosas bajo condiciones controladas en una clínica", señala el especialista Chris Idzikowski, director de la Clínica del Sueño de Edimburgo. "Pero esta área de la investigación avanzará en los próximos años, porque ahora tenemos los equipos necesarios para grabar a la gente en su propia casa".
Los textos que manda la gente mientras duerme no suelen tener sentido. Es común que la gente dormida haga lo mismo que hace despierta, pero más torpe o inexactamente, dice Anderson.
clic Lea también: los riesgos de ser sonámbulo