Lunes, 01 de febrero de 2010
Se cumple plazo para fijar emisiones de CO2
Promesas para el 2020Pero no celebremos... todo esto sería una estafa ya que si, aun cumpliendo las promesas, el clima global no se detendrá, por el contrario el clima aumentará en más de tres grados. Cabe recordar que la ONU anuló el plazo original establecido en Cipenhague. Así informa la BBC en español.
- China: reducir la "intensidad" de sus emisiones en 40-45% comparado con niveles de 2005
- India: reducir "la intensidad" de sus emisiones en 20-25% comparado con niveles 2005
- EE.UU.: recortar emisiones en 17% comparado con niveles de 2005
- UE: recortar 20% en relación a las emisiones de 1990 o 30% si otros ofrecen más
- Brasil: 36-39% por debajo de los niveles proyectados para 2020
- Japón: 25% por debajo de los niveles de 1990
Los países responsables de producir más del 80% de los gases con efecto invernadero presentaron el domingo por la noche sus planes para recortar sus emisiones antes de 2020, cumpliendo con el plazo establecido por Naciones Unidas durante la cumbre de Copenhague.
China, el mayor emisor del mundo, prometió reducir sus emisiones entre un 40% y un 50% comparado con sus niveles de 2005, Estados Unidos –segundo en la lista- prometió recortar sus emisiones en un 17% tomando como punto de partida 2005 e India –en el cuarto puesto- se comprometió a un recorte de la intensidad de sus emisiones entre un 20% y un 25% comparado con los niveles de 2005.
Aunque tanto China como India presentaron sus propuestas, ninguno de los dos dio su respaldo –de forma explícita- al Acuerdo de Copenhague, señala el analista de la BBC Roger Harrabin.
Por su parte, la Unión Europea no planteó una propuesta sino dos: una reducción incondicional del 20% y otra del 30% si los demás países que producen grandes cantidades de CO2 hacen un esfuerzo mayor del que han hecho hasta el momento.
En opinión de Harrabin, los negociadores europeos no están dispuestos a poner más sobre la mesa ya que no están satisfechos con la oferta estadounidense.
Sin grandes sorpresas
Según señalan diversos corresponsales, las promesas están no sólo por debajo de lo que se esperaba sino que, además, no son suficientes para mantener el aumento de las temperaturas por debajo de los 2ºC, un límite que no debe superarse si se quieren evitar consecuencias nefastas para el planeta, dicen los expertos.A Niklas Höhne, director de Energía y Clima de la consultora climática Ecofys, con sede en Holanda, las promesas que han hecho hasta el momento ciertos países no le sorprenden.
"Lo que estamos viendo ahora es casi lo mismo que se puso sobre la mesa durante las negociaciones de Copenhague. Pero nadie esperaba –a estas alturas- un cambio", le dijo Höhne a BBC Mundo.
En opinión del analista no se ha logrado un avance pero tampoco se ha dado un paso atrás.
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La opinión de Greenpeace
Si los últimos párrafos le parecieron catastróficos, o exagerados, entonces lea las previsiones de Greenpeace que también plantean un aumento global de la temperatura en tres grados.
Ayer finalizó el plazo para que los diferentes países firmantes del “Acuerdo” de Copenhague presentaran sus objetivos de reducción de emisiones y, según el análisis realizado por Greenpeace, el contenido actual del acuerdo queda lejos del objetivo que se había marcado: “emprender las acciones para evitar que el calentamiento global supere los 2ºC”, el límite crítico para evitar los peores impactos del cambio climático (1). Greenpeace considera un rotundo fracaso la debilidad de los compromisos de reducción de emisiones presentados. Esta fragilidad confirma que dicho acuerdo no sólo carece del consenso necesario que habría permitido su aprobación en el seno de Naciones Unidas, sino que los países que lo firmaron tampoco se lo toman en serio. Por esta razón han presentado los mismos compromisos de reducción que ya pusieron sobre la mesa en Copenhague, sabiendo que son totalmente insuficientes para frenar el cambio climático.
En este sentido, la organización ecologista alerta de que la suma de los compromisos que integran el “Acuerdo” representa un aumento de la temperatura global de más de 3ºC, en comparación con los niveles preindustriales, que se sitúa lejos de los 2ºC que la ciencia ha establecido como límite infranqueable (2). Greenpeace analiza las repercusiones de los objetivos de reducción de emisiones presentados hasta la fecha en el informe The third degree (3), en el que se pone de manifiesto que sólo con un aumento de 1,5ºC los impactos sociales, ambientales y económicos serían devastadores.
“Este acuerdo se negoció y firmó al margen del procedimiento de Naciones Unidas por lo que muchos países no quisieron ratificarlo en la sesión plenaria final de la cumbre de Copenhague”, ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña de cambio climático y energía de Greenpeace. “Los países que lo firmaron han desaprovechado este mes de enero en el que tenían que aumentar sus compromisos de reducción de emisiones, si querían demostrar al mundo que este acuerdo no es sólo un lavado de cara”.
Greenpeace califica el “Acuerdo” de Copenhague como una débil declaración política y se pregunta si, tras fallar en su primera tarea (aportar compromisos de reducciones ambiciosos), los países firmantes serán capaces de comprometerse a las cifras de apoyo financiero necesarias -tanto a corto como a largo plazo- para afrontar la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo.
En este sentido, Greenpeace recuerda que los países industrializados deberían alcanzar una reducción de emisiones del 40% para 2020 (tomando como referencia los niveles de 1990) para asegurar que el calentamiento global permanece por debajo de los 2ºC y que, además de que los objetivos presentados hasta la fecha oscilan sólo entre el 11% y el 19%, existe un elevado riesgo de que la utilización de créditos obtenidos de la protección de los bosques para compensar emisiones contribuya a debilitar estos objetivos todavía más.
Además de las reducciones de emisiones de los países industrializados, la organización ecologista recuerda la necesidad de que los países en desarrollo desvíen entre un 15% y un 30% su ritmo de crecimiento de emisiones, desafío que sólo podrán afrontar con el apoyo financiero de los países industrializados: 110.000M de euros para proteger los bosques, invertir en energías limpias y adaptarse a los impactos del cambio climático que ya son inevitables.
Paralelamente a la crítica a los países industrializados por su falta de voluntad climática, Greenpeace felicita iniciativas como la de la República de las Islas Marshall, una de las zonas habitadas del planeta más afectadas por el aumento del nivel del mar, que pese a tratarse de un país en desarrollo se ha comprometido a reducir sus emisiones en un 40% para 2020 en un intento de hacer todo lo posible por impedir su desaparición del mapa.
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Greenpeace España
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