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31 de mayo de 2019

¿Problemas con tu jefe? Quizá tu madre te dejó llorar demasiado

La forma de relacionarnos en el trabajo puede obedecer a tres tipos del vínculo parental que establecemos en las primeras etapas de la vida, si lo transferimos a superiores y compañeros.


Todo empieza con un lloro insistente, ese que los padres de un bebé encuentran alarmante, irritante y odioso antes de resignarse a la llamada del instinto de supervivencia del retoño, y del suyo de protección. Durante ese proceso, habrán tenido que aclarar una duda importante: ¿dejo llorar al niño hasta que caiga rendido y se duerma, o corro raudo a acunarle hasta que coja el tren del sueño? Según algunos psicólogos, la manera en la que resuelven la situación (tanto los padres como los retoños) marca a los pequeños hasta el punto de que la experiencia puede influir en que sean futuros líderes en el trabajo o los gruñones de la oficina.

Estos psicólogos encuentran la explicación en la teoría del apego, que estudia el vínculo que las personas establecen con sus madres y sus padres en los primeros compases de la vida. Algunos progenitores apuestan por dejar llorar a los niños hasta que aprenden que ni papá ni mamá van a acudir, y otros aparecen por la puerta de la habitación del bebé ante el menor quejido. Con esta decisión, cada progenitor crea en el niño una serie de patrones emocionales y conductuales que influirán en su carácter, así como en su manera de relacionarse con las personas de su entorno a lo largo de la vida, incluidos su jefe y sus compañeros. Puede explicar los problemas en el trabajo.

Lea el rtículo completo en: El País (Ciencia) 

17 de febrero de 2019

¿Cuál es la habilidad profesional más importante a dominar en 2019?


Si estás buscando un nuevo trabajo, un ascenso o planeando alguna ponencia, esto es lo que necesitas para cumplir tus objetivos.

Este año nuevo inicia con diversos retos en el ámbito personal y laboral. Este último podría ser uno de los más importantes para muchas personas, ya que iniciarán una nueva etapa profesional o continuarán creciendo en sus respectivas áreas. 

¿Qué necesitan los empleadores este 2019? Ya sea que una persona esté buscando empleo, organizando algún tipo de conferencia o planea demostrar que merece un ascenso en su empresa, lo mejor es ser un maestro en una habilidad crucial: el poder responder preguntas. 

A diferencia de lo que muchos piensan, algunos estudios han demostrado que aquellas personas que piensan con los pies en la tierra y responden sin vacilación, tienen un potencial de convertirse en líderes y proyectar cierto carisma.

De hecho, la misma investigación indica que la rapidez de mente es considerada el mejor sistema de medición para identificar el grado de inteligencia, incluso más de lo que los análisis de IQ podría ser.

¿Cómo desarrollo esta habilidad? Aquí presentamos algunos datos clave para responder cualquier pregunta con gracia:

1. Estar preparado para todo


Si bien es cierto que una persona no puede estar lista para cualquier cosa que le pregunten, es menester estar consciente de los cambios improvistos que pueden surgir durante una conversación. Es necesario estar preparado para responder ciertas preguntas como un acto totalmente espontáneo.

Este consejo aplica para aquellos que estén buscando trabajo, la presentación de alguna hoja de desempeño, encuentro con clientes o presentaciones que contengan una ronda de preguntas y respuestas al final de la reunión. 

Ya sea que se esté postulando para alguna colegiatura, un puesto de trabajo o un encuentro con un cliente, lo mejor es escribir las posibles preguntas que puedan hacer. Luego, preparar los datos más importantes para así estructurar cada respuesta con la información que busca el otro.

2. No te apresures en responder


Además de preparar tus respuestas, lo mejor es tomarse el tiempo que sea necesario para responder. Escucha la pregunta completa. Si se apresura para formular una respuesta mientras la otra persona sigue hablando, perderás el hilo y podrías estar resolviendo una duda que no tiene nada que ver con la pregunta del otro.

Además, apurarse podría provocar la interrupción del que habla, que podría haber hecho una pausa para pensar la segunda parte de la pregunta. Eso demostraría que la persona está siendo ruda o con pánico. 

Te presentarás como un líder confiado y empático si esperas a la pregunta completa antes de responder, y aún más si tomas una pausa para pensar en la respuesta. Esto, a pesar que ya tengas lo que vas a decir, la pausa te hará ver como si estuvieras tomando la pregunta con seriedad y juzgando qué cuál sería la respuesta ideal. 

Ahora, solo porque te detuviste a pensar un momento en la respuesta, no quiere decir que se tenga que rellenar el silencio con alguna frase. No estás ahí para evaluar las preguntas, sino para responderlas.

3. Estructura tu respuesta


Tercero, planea cuál va a ser el orden de tu respuesta. Si quieres sonar inteligente y rápido de mente, tu respuesta debe estar organizada e incluir los siguientes componentes:
  • Empieza siguiendo la pregunta: Por ejemplo, deberías comenzar retomando la pregunta o haciendo alusión de que has pensado en eso anteriormente.
  • Exponer tu punto:Toda respuesta debería tener una frase que la resuma, presentándose claramente y con convicción.
  • Argumentar tu respuesta:
    Agregar de dos a cuatro fundamentos que avalen tus palabras, puede dar más peso a ellas.
  • Terminar con un llamado a la acción:
    Finalizar la entrevista con algún llamado a la acción demostrará a la otra persona que estás interesado en el trabajo o la oportunidad de discutir ciertos temas profesionales con él o ella.

4. Haz preguntas


Finalmente, lo mejor es tener un acercamiento proactivo y realizar preguntas. Por ejemplo, en una entrevista de trabajo, preguntar sobre los parámetros culturales de la empresa puede demostrar que eres activo e interesado.

Existen muchas preguntas interesantes que pueden utilizarse en estas situaciones. Dar la oportunidad que la otra persona también comparta su experiencia y expectativas puede hacer un gran diferencial a la hora de tomar una decisión. 

Realizar preguntas también te hace ver como un líder, en lugar de un seguidor. Esto prueba que eres lo suficientemente confiado como ellos lo son al entrevistarte. Esto también demuestra que quieres estar seguro de que este es el trabajo, ascenso o proyecto correcto para ti. 

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