La forma de relacionarnos en el trabajo puede obedecer a tres tipos del vínculo parental que establecemos en las primeras etapas de la vida, si lo transferimos a superiores y compañeros.
Todo empieza con un lloro insistente, ese que los padres de un bebé
encuentran alarmante, irritante y odioso antes de resignarse a la
llamada del instinto de supervivencia del retoño, y del suyo de
protección. Durante ese proceso, habrán tenido que aclarar una duda
importante: ¿dejo llorar al niño hasta que caiga rendido y se duerma, o
corro raudo a acunarle hasta que coja el tren del sueño? Según algunos
psicólogos, la manera en la que resuelven la situación (tanto los padres
como los retoños) marca a los pequeños hasta el punto de que la
experiencia puede influir en que sean futuros líderes en el trabajo o los gruñones de la oficina.
Estos psicólogos encuentran la explicación en la teoría del apego,
que estudia el vínculo que las personas establecen con sus madres y sus
padres en los primeros compases de la vida. Algunos progenitores
apuestan por dejar llorar a los niños hasta que aprenden que ni papá ni
mamá van a acudir, y otros aparecen por la puerta de la habitación del
bebé ante el menor quejido. Con esta decisión, cada progenitor crea en el niño una serie de patrones emocionales y conductuales que influirán en su carácter, así como en su manera de relacionarse con las personas de su entorno a lo largo de la vida, incluidos su jefe y sus compañeros. Puede explicar los problemas en el trabajo.
Lea el rtículo completo en: El País (Ciencia)
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31 de mayo de 2019
17 de febrero de 2019
¿Cuál es la habilidad profesional más importante a dominar en 2019?
Si estás buscando un nuevo trabajo, un ascenso o planeando alguna ponencia, esto es lo que necesitas para cumplir tus objetivos.
Este
año nuevo inicia con diversos retos en el ámbito personal y laboral.
Este último podría ser uno de los más importantes para muchas personas,
ya que iniciarán una nueva etapa profesional o continuarán creciendo en
sus respectivas áreas.
¿Qué
necesitan los empleadores este 2019? Ya sea que una persona esté
buscando empleo, organizando algún tipo de conferencia o planea
demostrar que merece un ascenso en su empresa, lo mejor es ser un
maestro en una habilidad crucial: el poder responder preguntas.
A diferencia de lo que muchos piensan, algunos estudios
han demostrado que aquellas personas que piensan con los pies en la
tierra y responden sin vacilación, tienen un potencial de convertirse en
líderes y proyectar cierto carisma.
De hecho, la misma investigación
indica que la rapidez de mente es considerada el mejor sistema de
medición para identificar el grado de inteligencia, incluso más de lo
que los análisis de IQ podría ser.
¿Cómo desarrollo esta habilidad? Aquí presentamos algunos datos clave para responder cualquier pregunta con gracia:
1. Estar preparado para todo
Si
bien es cierto que una persona no puede estar lista para cualquier cosa
que le pregunten, es menester estar consciente de los cambios
improvistos que pueden surgir durante una conversación. Es necesario
estar preparado para responder ciertas preguntas como un acto totalmente
espontáneo.
Este
consejo aplica para aquellos que estén buscando trabajo, la
presentación de alguna hoja de desempeño, encuentro con clientes o
presentaciones que contengan una ronda de preguntas y respuestas al
final de la reunión.
Ya
sea que se esté postulando para alguna colegiatura, un puesto de
trabajo o un encuentro con un cliente, lo mejor es escribir las posibles
preguntas que puedan hacer. Luego, preparar los datos más importantes
para así estructurar cada respuesta con la información que busca el
otro.
2. No te apresures en responder
Además
de preparar tus respuestas, lo mejor es tomarse el tiempo que sea
necesario para responder. Escucha la pregunta completa. Si se apresura
para formular una respuesta mientras la otra persona sigue hablando,
perderás el hilo y podrías estar resolviendo una duda que no tiene nada
que ver con la pregunta del otro.
Además,
apurarse podría provocar la interrupción del que habla, que podría
haber hecho una pausa para pensar la segunda parte de la pregunta. Eso
demostraría que la persona está siendo ruda o con pánico.
Te
presentarás como un líder confiado y empático si esperas a la pregunta
completa antes de responder, y aún más si tomas una pausa para pensar en
la respuesta. Esto, a pesar que ya tengas lo que vas a decir, la pausa
te hará ver como si estuvieras tomando la pregunta con seriedad y
juzgando qué cuál sería la respuesta ideal.
Ahora,
solo porque te detuviste a pensar un momento en la respuesta, no quiere
decir que se tenga que rellenar el silencio con alguna frase. No estás
ahí para evaluar las preguntas, sino para responderlas.
3. Estructura tu respuesta
Tercero,
planea cuál va a ser el orden de tu respuesta. Si quieres sonar
inteligente y rápido de mente, tu respuesta debe estar organizada e
incluir los siguientes componentes:
- Empieza siguiendo la pregunta: Por ejemplo, deberías comenzar retomando la pregunta o haciendo alusión de que has pensado en eso anteriormente.
- Exponer tu punto:Toda respuesta debería tener una frase que la resuma, presentándose claramente y con convicción.
- Argumentar tu respuesta:
Agregar de dos a cuatro fundamentos que avalen tus palabras, puede dar más peso a ellas. - Terminar con un llamado a la acción:
Finalizar la entrevista con algún llamado a la acción demostrará a la otra persona que estás interesado en el trabajo o la oportunidad de discutir ciertos temas profesionales con él o ella.
4. Haz preguntas
Finalmente,
lo mejor es tener un acercamiento proactivo y realizar preguntas. Por
ejemplo, en una entrevista de trabajo, preguntar sobre los parámetros
culturales de la empresa puede demostrar que eres activo e interesado.
Existen
muchas preguntas interesantes que pueden utilizarse en estas
situaciones. Dar la oportunidad que la otra persona también comparta su
experiencia y expectativas puede hacer un gran diferencial a la hora de
tomar una decisión.
Realizar
preguntas también te hace ver como un líder, en lugar de un seguidor.
Esto prueba que eres lo suficientemente confiado como ellos lo son al
entrevistarte. Esto también demuestra que quieres estar seguro de que
este es el trabajo, ascenso o proyecto correcto para ti.
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