El cuerpo celeste que aparece en la foto es Haumea,
un planeta enano que tiene una curiosa forma oblonga. Gracias a otras
misiones especiales, como Rosetta, sabemos también que la forma de
cometas como el 67P, mientras que la Tierra es una esfera (casi) perfecta. ¿Por qué ocurre?
La
progresión y el tamaño de las lunas es una buena manera de compararlo.
Ida, por ejemplo, es un asteroide de la familia de Coronis situado en el
cinturón principal de asteroides,
la foto la tomó la sonda Galileo en 1993. Tiene 58 kilómetros en su
punto más ancho y puede verse como su forma alargada ya se asemeja a la
Humea, cuyas dimensiones son mucho más grandes, de unos 1000 kilómetros.
Vesta,
arriba, es un buen ejemplo intermedio, su tamaño es de 578 kilómetros.
Ceres (975 km), otro planeta enano, sí que tiene una forma más próxima a
una esfera perfecta.
Generalmente,
cuanto más grande es el cuerpo y más rápida es su velocidad de rotación
de manera más se “achata”, como probablemente ocurra con Haumea. En el
caso de la Tierra, esta es unos 50 kilómetros más estrecha de polo a
polo que en el ecuador.
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