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21 de febrero de 2020

Leucemia: Criar bebés en ambientes demasiado limpios podría predisponerlos a padecer el mal

El exceso de limpieza estaría generando niños con defensas débiles, lo que a su vez los expone a esta y otras enfermedades.


El médico e investigador británico Mel Greaves recibió el grado de caballero por la reina Isabel II de Inglaterra en diciembre del 2018. En el 2017, se le otorgó la medalla real de la Royal Society, extraordinaria distinción obtenida antes por Charles Darwin (teoría de la evolución), Michael Faraday (teoría del electromagnetismo) y Francis Crick (estructura del ADN). Ahora, este prestigioso especialista ha adelantado una extraordinaria teoría, producto de 35 años de trabajo: la leucemia linfática aguda (LLA) sería consecuencia de criar a los bebes en ambientes demasiado limpios y, por lo tanto, sería una enfermedad prevenible.

La LLA es el cáncer más frecuente en niños y ocurre cuando un linfocito (uno de los cinco tipos de glóbulos blancos) se vuelve maligno y se multiplica sin control dentro de la médula ósea, órgano donde se forman las células de la sangre (glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas).

Los síntomas de la enfermedad son consecuencia de la mala función de los glóbulos blancos (infecciones), falta de glóbulos rojos (anemia) y de plaquetas (sangrado). Sin tratamiento, la LLA es invariablemente mortal. Con quimioterapia, la curación llega al 90%, en países de alto ingreso económico. En países de mediano ingreso económico, como el Perú, la curación está alrededor del 60%, y se atribuye esa deficiencia a la gravedad con que llegan los niños a los servicios especializados.

La leucemia se desarrolla en dos golpes genéticos. De acuerdo con la teoría del Dr. Greaves, tiene dos etapas. La primera se produce durante la vida intrauterina, e implica mutaciones genéticas que causan fusión de dos o más genes (fusión genética) o formación de copias extras de cromosomas (hiperdiploidia). Según el especialista, no existe evidencia de causas ambientales conocidas para explicar esas mutaciones genéticas.

Dice Greaves que aproximadamente el 1% de los niños que nacen con esa mutación necesita una segunda mutación para desarrollar la leucemia. Esta última alteración cambia el modo en que los glóbulos blancos reconocen a los microbios y fabrican anticuerpos contra ellos.

Lo provocativo de esta teoría es que la segunda mutación ocurriría porque, al no estar expuesto a microbios comunes durante los primeros meses de vida, el sistema de defensa del bebe no se desarrollaría normalmente; entonces, al enfrentarse posteriormente a otro microorganismo, reaccionaría anormalmente, causando la leucemia. De acuerdo con el Dr. Greaves, eso es consecuencia de criar al menor en ambientes muy limpios y desinfectados, y no dejarlo que juegue libremente en el suelo, con mascotas o que se junte con otros niños.

En otras palabras, el desarrollo de la LLA sería consecuencia de una interferencia con el proceso evolutivo natural del sistema inmunológico, el cual, desde tiempos inmemoriales, permitió que los bebes entrenen y desarrollen las defensas de su organismo en zonas naturales y contaminadas, muy diferentes de los asépticos lugares de las sociedades modernas, especialmente en países de altos ingresos económicos. Al respecto, la LLA es más frecuente en naciones ricas que en pobres.

Lea el artículo completo en: El Comercio (Perú)


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