El matemático Miguel de Guzmán Ozámiz (1936-2004) apostó durante su carrera por el segundo enfoque: consideraba que aquellos estudiantes con una dotación excepcional para las matemáticas debían recibir una atención especial. “Son talentos que pasarán a veces más o menos inadvertidos y más bien desatendidos por la imposibilidad de que los profesores dediquen la atención personal que se necesitaría”, reflexionaba, y proseguía: “constituye una gran responsabilidad social la indudable pérdida del talento que causa su desatención”. Para hacer frente a este deber, hace 20 años puso en marcha un proyecto en la Comunidad de Madrid con el objetivo de detectar y estimular el talento matemático de los jóvenes que pudieran convertirse en líderes de la matemática internacional. Con el apoyo de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, nació Estalmat.
Durante el mes de junio de 1998 se seleccionaron 25 estudiantes, a través de una prueba escrita y una entrevista, para aquella experiencia piloto. Durante todo un curso, aquellos jóvenes de entre 12 y 14 años asistieron a sesiones semanales en la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid, algunas impartidas por De Guzmán. Las actividades se programaban en torno a desafíos que los alumnos resolvían en grupos. El esquema era parecido en todas las sesiones: en primer lugar, el profesor exponía un problema en lenguaje entendible para los alumnos y explicaba los conocimientos necesarios para resolverlo; a continuación los jóvenes trabajaban en grupos de cuatro o cinco en la resolución de las actividades propuestas, graduadas en dificultad, de manera comunicativa, colaborando y explicando sus ideas entre ellos.
Hoy en día la organización es similar. Los encuentros se realizan generalmente los sábados por la mañana, a lo largo de tres horas, en aulas cedidas por universidades e institutos de enseñanza secundaria (el programa se ha extendido exitosamente por España, y cuenta con 10 sedes en total). Actualmente se seleccionan 250 estudiantes cada año, que siguen las actividades durante dos cursos. Estos dos primeros años (para estudiantes de 12-13 años, y de 13-14) son obligatorios y, tras ellos, se ofrece un programa de continuación hasta finales de Bachillerato, ya opcional (y mensual), para los participantes que lo deseen.
Estalmat involucra aproximadamente a 150 profesores que diseñamos las actividades e impartimos las lecciones. Tenemos una reunión anual para intercambiar experiencias e ir mejorando las actividades que se realizan semanalmente, donde aprendemos de otros colegas distintas formas de seguir cultivando el talento de los jóvenes del programa.
El artículo completo en: El País (España)