Un equipo de científicos británicos llega a la conclusión de que somos la única civilización inteligente.
Anders Sandberg, Eric Drexler y Toby Ord, investigadores de la Universidad de Oxford, acaban de publicar en arxiv.org un demoledor artículo en el que reinterpretan con rigor matemático dos de los pilares de la astrobiología: la Paradoja de Fermi y la Ecuación de Drake.
Y sus conclusiones son que, por mucho que las busquemos, jamás
encontraremos otras civilizaciones inteligentes. ¿Por qué? Porque,
sencillamente, no existen.
La mayor parte de los astrofísicos y
cosmólogos de la actualidad están convencidos de que "ahí arriba", en
alguna parte, deben existir formas de vida inteligente. Es la conclusión
lógica de pensar en la enormidad del Universo: miles de millones de
galaxias, con cientos de miles de millones de estrellas cada una y
billones de planetas orbitando alrededor de esas estrellas.
Lo
abultado de estas cifras, consideran esos científicos, convertiría en
una auténtica "perversión estadística" la mera idea de que la
inteligencia hubiera surgido solo una vez en un sistema de tales
proporciones. ¿Pero qué pasaría si la posibilidad más inverosimil
resultara ser la correcta y resultara que, a pesar de todo, estamos
completamente solos?
Según
los tres investigadores de Oxford, los cálculos hechos hasta ahora
sobre la probabilidad de que exista vida inteligente fuera de la Tierra
se basan en incertidumbres y suposiciones, lo que lleva a que sus
resultados tengan márgenes de error de "múltiples órdenes de magnitud"
y, por lo tanto, inaceptables.
Por eso, Sandberg, Drexer y Ord han
tratado de reducir al máximo ese enorme grado de incertidumbre,
ciñéndose a los mecanismos químicos y genéticos plausibles. Y el
resultado, afirman, es que "hay una probabilidad sustancial de que
estemos completamente solos".
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ABC (España)