Especialistas señalan que el tiempo de exposición a los aparatos electrónicos es de media hora, con pausas de 15 minutos para relajar la vista.
Los casos de miopía, astigmatismo y otros problemas oculares afectan incluso a niños de 3 años, debido al uso excesivo de aparatos tecnológicos como tablets o smartphones, advirtieron especialistas del Ministerio de Salud (Minsa).
Harvy Honorio, coordinador de la Estrategia
Sanitaria Nacional de Salud Ocular y Prevención de la Ceguera del Minsa,
señaló que si bien estos males visuales son genéticos, la exposición por tiempo prolongado a la iluminación de los aparatos electrónicos aumenta la posibilidad de padecerlos con más intensidad.
“La miopía, el astigmatismo y otros errores
refractarios se presentan en niños entre los 6 y 11 años. Sin embargo,
ahora, con el daño que producen los gadgets tecnológicos, vemos a menores de 3 años diagnosticados con estos problemas, lo que hace un par de años era muy raro”, explicó el galeno a la agencia Andina.
Harvy Honorio detalló que los primeros problemas a la visión que se presentan por el uso de las tablets, laptops y similares son sequedad y ardor en los ojos, lagrimeo persistente y dolores de cabeza.
“Cuando estas situaciones son constantes y
tenemos a menores de edad que ya usan lentes, sus medidas y por
consiguiente el grosor de las lunas de sus gafas pueden duplicarse en
pocos meses”, indicó.
El especialista indicó que en casos extremos,
que involucran otros factores como el sedentarismo, el sobrepeso o la
diabetes, se deriva en una discapacidad visual que no puede ser
corregida con facilidad, e incluso en casos de ceguera.
Recomendaciones
Para Harvy Honorio, el tiempo máximo de exposición de los menores de edad a este tipo de dispositivos electrónicos debe ser de media hora, con pausas de 15 minutos para relajar la vista.
“Cada 15 minutos los niños, y las personas en general, deben parpadear y ‘jugar con sus ojos’, mirando hacia varias direcciones, ya que esto sirve para lubricar y relajar la mirada”, explicó.
Por otro lado, precisó que los pequeños deben
someterse a pruebas de detección para este tipo de males por lo menos
una vez al año, sobre todo antes de comenzar la época escolar.
“Muchos padres ignoran que el motivo de las
bajas calificaciones de sus hijos no es la falta de interés, sino lo
complicado que se les hace ver la pizarra desde cierta distancia”,
afirmó.
Informó que hay 50,000 escolares en todo el
país, entre los 6 y 11 años, que requieren del uso permanente de lentes.
La situación empeora, según el especialista, debido a que muchos
menores evitan usar anteojos para no ser víctimas del bullying.
“Recomendamos a los padres y profesores
buscar asesoramiento psicológico para poder hacer saber a sus hijos que
el uso de lentes es una acción necesaria a fin de evitar problemas
mayores en el futuro. Y de paso saber cómo tratar los casos de burla en
las escuelas, ya que el objetivo debe ser atender tanto a la víctima
como al que genera los conflictos”, finalizó.
Estas indicaciones fueron hechas en el marco
de la campaña de detección de problemas oculares en centros educativos,
que realiza el Ministerio de Salud en la etapa previa al inicio de la
temporada de clases.
Durante la jornada se efectuaron pruebas para
descartar posibles males en alumnos que llevan cursos de verano en el
colegio Roque Sáenz Peña, en el distrito de San Miguel, donde fueron
evaluados más de 20 niños.
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