30 de enero de 2014
La reciprocidad en el uso del teléfono móvil durante una emergencia
Quienes viven en primera persona una emergencia, lo primero que hacen es llamar por teléfono móvil a sus familiares o amigos; estos contactan con terceros o con las autoridades para recabar ayuda y devolver la llamada a los primeros para darles consuelo y apoyo moral. Así lo indica un estudio realizado por el experto en teoría de redes Albert-Laszlo Barabási tras un análisis automatizado de las llamadas de voz y los mensajes de texto de unos 10 millones de usuarios durante 4 años. Su objetivo es cuantificar el flujo de información a través de la red de telefonía móvil para buscar patrones que puedan ser relevantes para las autoridades y que permitan diferenciar entre las emergencias y otros eventos que generan gran tráfico (eventos deportivos o espectáculos). El artículo técnico es Liang Gao et al., “Quantifying Information Flow During Emergencies,” Subm. Scientific Reports, arXiv:1401.1274 [physics.soc-ph].
Los testigos de la emergencia (grupo G0) se comunican con sus “vecinos” en la red (grupo G1), normalmente familiares o amigos no afectados por la emergencia, que les sirven de puente bidireccional para canalizar la información relevante del suceso hacia el resto de la red (grupo G2), en especial quienes deben gestionar la emergencia. Ciertos miembros del grupo G1 retornan las llamadas al grupo G0, produciendo un intenso tráfico bidireccional. El pico característico de actividad en las comunicaciones por teléfono móvil en caso de emergencia se caracteriza por un 25% de comunicación C01 (entre los grupos G0 y G1), un 5% de C11 y un 70% de C12 (entre los grupos G1 y G2). Un patrón realmente curioso que demuestra que somos animales sociales.
El artículo completo en:
La Ciencia de la Mula Francis