Las investigaciones dirigidas a crear un internet cuántico revelan cómo paralizar las partículas más rápidas del universo a voluntad.
¿Se imagina porder correr más rápido que la luz sin apenas
esfuerzo? Es algo imposible de acuerdo con las teorías físicas de
Einstein, pero totalmente viable si se viaja al lugar adecuado. Para
ganar a la luz en una carrera hay que ir al número 6 de la
Hochschulstrasse, en Darmstadt, Alemania. Allí, en el laboratorio de
física cuántica que dirige Thomas Halfmann, se puede ganar a la luz sin
siquiera echar a correr, porque está paralizada. La semana pasada,
Halfmann y el resto de su equipo en la Universidad Técnica de Darmstadt
publicaron un estudio en el que describían cómo paralizar un rayo de luz
durante un minuto: todo un récord mundial que casi multiplica por
cuatro el anterior. El avance técnico, que se ha logrado usando rayos
láser y superposición cuántica,
es un importante paso hacia un nuevo sistema de comunicación basado en
la luz que sería virtualmente imposible de hackear. En otras palabras,
el internet ultraseguro que persiguen ejércitos, multinacionales y hasta casinos online.
Si el rayo de luz que Halfmann y
su equipo han detenido hubiera seguido su marcha, habría recorrido unos
18 millones de kilómetros en un minuto, suficiente para dar 450 vueltas
a la Tierra. El logro ha sido posible gracias a dos haces de luz láser,
campos magnéticos y un cristal que se torna opaco o transparente cuando
uno de los rayos lo atraviesa.
Los físicos creen que es posible establecer una especie de
internet inhackeable que funcione con luz y en el que los mensajes vayan
encriptados usando fotones. Cualquier intento de interferir en esos
fotones destruiría la clave o el mensaje que transportan, lo que hace
que la clave sea teóricamente inexpugnable. Pero para poder enviar
mensajes con fotones a más de unos 200 kilómetros hacen falta
repetidores pues si no la señal se pierde. El experimento de Halfmann,
detallado en Physical Review Letters, podría servir para construir un repetidor de luz o incluso una memoria informática que la guarde.
Dos lásers y un cristal cambiante
Hasta ahora, la técnica habitual para detener la luz era usar gases muy fríos para frenarla. Las propiedades ópticas de esos gases interfieren los fotones y permiten frenar la luz, que viaja a 300.000 kilómetros por segundo en el vacío, hasta los 17 metros por segundo, tal y como demostraron en 1999 físicos de la Universidad de Harvard. Dos años después lograron detenarla por completo durante fracciones de segundo. Este mismo año, otro equipo de EEUU logró el récord al retener la luz durante 16 segundos dentro de una nube de gas a unos 273 grados bajo cero, algo que ahora ha quedado totalmente pulverizado con la Transparencia Inducida Electromagnéticamente (EIT, en inglés) usada por Halfmann.Lea el artículo completo en:
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