Una especie invasiva de mosquito
podría alterar drásticamente ecosistemas que han estado aislados por
millones de años en la Antártica, de acuerdo con una nueva
investigación.
Los mosquitos pueden liberar grandes volúmenes de nutrientes en los suelos, lo que cambiaría la forma en que las especies originarias han vivido y evolucionado, según el trabajo del British Antartic Survey, dado a conocer el encuentro de la Sociedad Británica de Ecología este martes.
El equipo añadió que la especie, una variedad conocida como Eretmoptera murphyi, está bien equipada para prosperar en condiciones extremas.
"En términos de su función, su trabajo es mover la basura. Es decir, ayudan a descomponer cosas en el suelo. La densidad de población en el área en que han sido introducidas es responsable de mover más basura que la comunidad que ya se encontraba ahí", dijo el investigador Peter Convey, por el British Antartic Survey.
Esto podría significar una alteración significativa en la forma en que funciona el ecosistema, explicó.
Peligro de extinción
En declaraciones a la BBC antes de su presentación, Convey advirtió que el riesgo principal es el de desplazamiento o extinción de especies únicas que ya existían en esa parte de la Antártica.El caso del mosquito E murphyi es sólo parte de un problema mayor de especies invasoras en la Antártica.
El especialista dijo que, en un proyecto separado, se había estudiado la evolución del pequeño insecto.
"Su lugar de origen es la subAntártica en sur de Georgia, donde ha estado por varias decenas de millones de años. La zona se erige sobre una placa tectónica que se ha estado alejando de Sudamérica por 30 0 40 millones de años. La península Antártica es otra placa tectónica similar, y hay elementos comunes (...) pero cada una tiene su propia biodiversidad", explicó.
"Si transfieres cosas entre ellas, también incorporas nuevas funciones al ecosistema".
Riesgo mayor
El problema de la introducción de un número mayor de especies invasoras en las regiones antes aisladas de la Antártica se está incrementado.Según el equipo británico, cerca de 5.000 miembros de la comunidad científica y 30.000 turistas visitan la zona cada año.
"El principal riesgo en estos momentos es que la gente se llena las botas de lodo. Dos días después estás en las islas Orkney, el lodo cae de las botas, y (especies atrapadas en él) quedan en capacidad de colonizar el área", indicó.
"Al día siguiente -abundó- el barco llega a la isla Elefante, que está en la punta de la península Antártica. Veinticuatro horas después estás en medio de la península. Hay el peligro potencial de transportar cosas simplemente caminando de un lado a otro".
La especie de mosquito que ocupó la exposición del científico tiene la habilidad de sobrevivir en las diversas condiciones de toda la península, por lo cual puede tener un impacto amplio y duradero".
"Si no somos cuidadosos con la forma en que nos movemos, podemos convertirnos en un vector de transporte muy importante", sentenció.
Fuente:
El Mundo Ciencia
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