Para hacerlo posible, han desarrollado un cable compuesto de polímero elástico relleno de una aleación de metal líquido, galio e indio (utilizados en fotosensores, por ejemplo), con lo que ayudar a la conducción de la electricidad a pesar de que el cable resultante se vaya deformando. Igualmente válido resulta para la transmisión de sonido en el caso de los auriculares, que a priori no perderá calidad.
Tradicionalmente, una mayor cantidad de metal aumentaba la conductividad del material compuesto, pero hacía prácticamente imposible su elasticidad. Este nuevo enfoque aísla los materiales, los trata por separado, con lo cual se obtiene la máxima conductividad sin poner en peligro la buscada elasticidad. Según sus creadores, estos nuevos compuestos son mucho más flexibles y elásticos que los materiales más conductores, y algo más conductores que los tubos más elásticos que se conocen actualmente.
Este avance tendrá consecuencias claras, y es que la aplicación de estos cables elásticos en la electrónica de consumo traerá mejoras sumamente notables. Podemos pensar en auriculares con los que ya no haga falta estar tan pegado a la fuente de sonido, o hacer algunos movimientos mientras estamos usándolos sin temor a arrastrar el dispositivo o que se nos caigan éstos. En eso mismo han pensado sobre todo sus creadores, como ilustra el vídeo que encabeza esta entrada. O también en cargadores de teléfonos móviles, tablets, ordenadores portátiles o cámaras, por ejemplo, que se expandirán a nuestra voluntad, y podremos tenerlos a mano a pesar de estar lejos del enchufe donde se conecten.
Por el momento, sólo hay un impedimento para que este tipo de cables elásticos comiencen a implantarse y popularizarse entre los fabricantes, y es la necesidad de evitar fugas de este metal en el caso de que el cable sea cortado. No obstante, se avanza a buen ritmo y no se pone en duda la capacidad de sus creadores para sortear el último obstáculo antes de su llegada a los consumidores. Asimismo, ya se ha lanzado la publicación en la que se recoge el proceso de desarrollo de este material, Ultrastretchable Fibers with Metallic Conductivity Using a Liquid Metal Alloy Core.
Si ahora contamos con cables de dispositivos que oscilan mayoritariamente entre los 50 centímetros y el metro de longitud, entre auriculares y cargadores, éstos podrían alcanzar entre cuatro y ocho metros de emplear este tipo de cable elástico en todo el conjunto. En las pruebas y prototipos iniciales únicamente se han utilizado para partes algo más pequeñas, por ejemplo en un tramo de los auriculares algo más pequeño. Un gran paso para la ansiada electrónica flexible.
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