La nariz de los renos es roja por está repleta de glóbulos rojos
que permiten protegerla del frío y, además, ayudan a regular la
temperatura cerebral. A esto se suma que en estos animales emblemáticos
de la fiestas navideñas la microcirculación nasal es alta
gracias a que cuentan con una densidad de vasos sanguíneos un 25%
superior a la que posee la nariz humana, tal y como han demostrado investigadores holandeses y noruegos en el número navideño de la revista British Medical Journal.
Por
si fuera poco, los científicos también han encontrado abundantes
glándulas mucosas en las narices de los renos que permiten a mantener un
clima nasal óptimo durante las condiciones meteorológicas cambiantes y
en situaciones de temperaturas extremadamente bajas.
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