De los 21 millones de dólares que se invierten anualmente
en piezas de oro y plata para los dispositivos tecnológicos como
celulares, computadores, televisores y tablets, sólo el 15% es
reutilizado.
Nuestra vida cotidiana está cada vez más mediada por la tecnología y
día a día nos acostumbramos a dispositivos más pequeños y portátiles.
Sin embargo, por más pequeños que éstos sean, por lo menos 320 toneladas
de oro y 7500 toneladas de plata son usados año a año en la fabricación
de tecnología.
El problema es que en la mayor parte de los países del mundo aún no
existen mecanismos adecuados para reciclar las piezas de dispositivos
electrónicos: esta medida, conocida como “minería urbana” actualmente
alcanza a reutilizar sólo el 15% de los materiales valiosos, entre ellos
el oro y la plata.
La paradoja de las deficiencias en la minería urbana según un
reciente congreso organizado por las Naciones Unidas y la Iniciativa de
Sustentabilidad Electrónica Global (GeSI) es que los depósitos
de basura electrónica son 40 o 50 veces más ricos en metales que los
yacimientos naturales actualmente explotados en el mundo. Y
mientras el 85% del oro y la plata se pierden en basureros urbanos, el
precio de los metales provenientes de los yacimientos sube
constantemente, y con ello aumentan los precios de la tecnología que
consumimos.
Al respecto, Alexis Vandendaelen, de la empresa belga Umicore
Precious Metals Refining, es claro: “En lugar de mirar a la basura
electrónica como una carga, necesitamos verla como una oportunidad”. Con
la gran cantidad de tecnología que consumimos hoy en todos los ámbitos
de nuestras vidas, es esencial realizar un cambio de paradigma en torno
al reciclaje de estas piezas. Esto no sólo nos permitirá seguir
disponiendo de dispositivos tecnológicos, sino que sería un giro muy
importante hacia un mundo más sustentable.
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