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22 de septiembre de 2012

Descubren una estrella gigante con el mayor campo magnético jamás observado


La estrella masiva más magnética vista hasta ahora está arrastrando una capa gigante de partículas cargadas atrapadas a su alrededor.

Esta estrella recién descubierta, NGC 1624-2, podría ayudar a arrojar luz sobre el papel que el magnetismo de las estrellas tiene en la evolución de las estrellas y sus galaxias.

NGC 1624-2, que se encuentra a unos 20.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Perseo, tiene cerca de 35 veces la masa del sol. Su gran masa indica que posee una gran cantidad de combustible, lo que indica que es brillante y caliente, y, por lo tanto, es probable que se queme con relativa rapidez, después de una vida de unos 5 millones de años, o una décima parte del 1 por ciento de la actual edad de muestro sol.

Esta estrella masiva posee un campo magnético 20.000 veces más fuerte que el del propio sol y casi 10 veces más fuerte que el detectado en torno a cualquier otra estrella de gran masa.

“Los campos magnéticos de esta fuerza son extremadamente raros, sólo se sabe que existen en algunas estrellas con una masa mucho menor”, comento el autor principal del estudio Gregg Wade, un astrónomo del Royal Military College de Canadá. ”Encontrar un campo tan fuerte es ser muy afortunado.”

“Este campo magnético potente une y controla el viento estelar de partículas energéticas que fluyen de NGC 1624-2 arrastrándolo a una gran distancia de la estrella, 11,4 veces el radio de la estrella. El gran volumen de esta magnetosfera es notable. Esto es más de cuatro veces mayor que la de cualquier otra estrella masiva comparable, y en términos de volumen es unas 80 veces más grande.”

Aunque NGC 1624-2 es la más magnética de todas las estrellas masivas conocidas, algunas estrellas de masa intermedia tienen campos magnéticos tal vez dos veces más fuerte, dijo Wade. (Nuestro sol y otras estrellas similares están considerados como astros de baja masa.)

Además, este poderoso campo magnético de NGC 1624-2 podría palidecer en comparación con el que exhiben los magnetares – densos restos de estrellas muertas que son a menudo considerados como los objetos con mayor campo magnetico del universo.

El campo magnético de NGC 1624-2 es de aproximadamente 20.000 gauss en la superficie de la estrella. Un magnetar típico puede tener un campo en el orden de 10 billones de gauss, por lo que la fuerza del campo del magnetar es mucho más grande, unos 500 millones de veces mayor.

Sin embargo, la base estándar para comparar como de grande es un campo magnético implica al flujo magnético sobre todo el área de la superficie de la estrella, por lo que, en este caso, el flujo de NGC 1624-2 es casi 700 veces mayor que el de un magnetar típico.

En otras palabras, si NGC 1624-2 se derrumbase súbitamente hasta alcanzar el tamaño de un magnetar, conservando todo su magnetismo, tendría un campo magnético superficial de cerca de 10.000 billones de gauss.

El campo magnético de la estrella influye en la estructura interna de la materia dentro de NGC 1624-2, afectando a su vida desde el nacimiento hasta que finalice su existencia con una muerte violenta como una explosión de supernova. Sin embargo, los procesos fundamentales que producen los campos magnéticos de las estrellas masivas siguen sin comprenderse bien.

“Necesitamos observaciones de estrellas similares a NGC 1624-2 para enseñarnos lo que realmente está pasando”, dijo Wade.

La estrella es a la vez distante y se encuentra rodeada por el polvo. Para estudiar su luz en detalle, el equipo internacional de científicos observó esta estrella con el inmenso poder de recolección de luz del espejo del Telescopio Hobby-Eberly en el McDonald Observatory de la Universidad de Texas en Austin. Sus observaciones sugieren que la estrella está rotando muy lentamente, tomando unos 160 días terrestres en girar una vez sobre su eje. En comparación, el sol tarda cerca de 25 días.

“Creemos que la estrella es más lento porque tiene que arrastrar su viento que la rodea -ya que el viento está enlazado con el campo magnético”, dijo Wade. ”Esto es algo que tiene que ser probado, pero parece lo más probable.”

El equipo también midió la fuerza del campo magnético de la estrella usando el Telescopio Canadá-Francia-Hawaii en Mauna Kea en Hawai. Específicamente, observaron pequeñas variaciones en la dirección de la rotación de las ondas electromagnéticas absorbidas o emitidas por los átomos situados en el campo magnético.

“Un exceso de rotación de las ondas en el sentido de las agujas del reloj indican que el campo magnético está apuntando hacia nosotros, mientras que un exceso de rotación en sentido antihorario señalaría que el campo magnético se encuentra en la dirección opuesta a nosotros”, dijo Wade. ”Cuanto mayor sea el exceso, mayor será el campo magnético. Estos excesos son generalmente muy pequeños, y requieren muchas observaciones, además de un cuidadoso procesamiento de los datos para desentrañar la señal. Pero en el caso de NGC 1624-2, era obvio desde nuestras propia primeras observaciones de que un campo magnético muy fuerte estaba presente.”

Aun se necesita una mayor comprensión en como intervienen las estrellas masivas en la formación de otros soles o dan forma a las galaxias enteras. El poderoso campo magnético de NGC 1624-2 y sus efectos sobre su viento estelar bien pueden haber influido en el tasa de nacimiento de estrellas en la nebulosa donde nació y el clúster circundante “, dijo Wade. ”El magnetismo es un fenómeno esencialmente invisible incluso para la mayoría de los astrónomos y puede tener un impacto extraordinario”.

“La pregunta más importante que tratamos de responder es: ¿Cuál es el origen del magnetismo en las estrellas masivas?¿de dónde y cómo nacen los intensos campos magnéticos?” ”Creemos que esto debe suceder cuando las estrellas son muy jóvenes. Recientemente se ha sugerido que las colisiones estelares y las fusiones durante la formación de las estrellas puede ser responsables de estos efectos. Un próximo paso importante es investigar estas primeras etapas de la evolución así como examinar las propiedades magnéticas de los sistemas estelares binarios, ya que estos pueden representar ejemplos de sistemas que sufrieron encuentros al principio de su historia”.

Los científicos detallaron sus hallazgos en la edición del 11 de septiembre de la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.

Fuente:

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