El expresidente estadounidense hizo gala de sus mejores habilidades de orador en la última Convención Demócrata. ¿Qué puede aprender un CEO de su actuación?
El discurso del apodado “Comback Kid” de la política estadounidense
fue visto 200,000 veces más que la aparición de Barack Obama en la
Convención Demócrata celebrada a principios de setiembre. YouTube
probablemente continúa registrando más visitas para Bill Clinton en
estos momentos.
¿Qué hizo del expresidente de Estados Unidos el gran orador que demostró ser en este evento? Luisa García, socia y CEO
para la Región Andina de Llorente & Cuenca, rescató diez pasos a
seguir para repetir todos los aciertos de su ponencia para la revista G de Gestión:
1. Cuente una historia. Un discurso no puede ser
una sucesión de hechos o ideas, sino elaborarse en una narrativa que
contenga personajes y genere interés a través de momentos de intriga y
lecciones aprendidas. Cuando Clinton dijo “tengo un candidato en mente
para nominar a presidente”, fue un equivalente de “érase una vez…”.
2. Genere imágenes mentales. Nombres, apellidos y
caras son la clave del contexto en un discurso. Los números deben ser
ejemplos y deben aterrizarse en comparaciones.
3. No sea brillante. O al menos no intente parecer
que se esfuerza en serlo. Hable en el mismo idioma que su público, no
exaspere con palabras del “habla culta”.
4. Emociónese con su historia. Si va a dar buenas
noticias, sonría. Las buenas vibras se transmiten al auditorio si son
genuinas. Una buena señal de hacer esto bien es terminar cansado al
finalizar un discurso.
5. Salte sobre los obstáculos. Elimine las palabras
que no puede pronunciar bien. Tache frases del discurso que le causen
molestia. Si se atasca, siga sin temor: la audiencia comprende más de lo
que sospecha.
6. Gesticule. Use las manos para reforzar puntos
clave y llamar la atención. Encuentre su propio estilo no verbal, así
como el dedo índice de Clinton, que es prácticamente una marca
registrada.
7. Siéntase cómodo. Familiarícese con el escenario,
el podio y haga una prueba de sonido. Cambie las luces que le fastidien
la vista. Si se siente como en casa, el público lo hará también.
8. Tenga picos de entonación. Hay voces con efectos
somníferos. Juegue con la velocidad de su discurso y hable más despacio
cuando quiera enfatizar puntos clave. Las pausas siempre son
estratégicas.
9. Haga suyo el discurso. Como dice la expresión inglesa, own it. Si no le ha agregado un tono personal a su ponencia, la audiencia sentirá que no son sus palabras.
10. Invoque a la acción. La mejor manera de
conectarse con la audiencia es pedirle algo. “¿Cuál es tu llamada a la
acción? ¿Qué esperas de mí? Dímelo. Implícame. Déjame ayudarte”, señaló
García.
Fuente: