La velocidad de la luz ha cristalizado en el imaginario colectivo,
pero no hay varios matices a su alrededor.
Y, además, generalmente somos
incapaces de imaginar realmente su velocidad. Sirvan estos datos para
conseguirlo, al menos en parte.
La luz se ve afectada por el medio que atraviesa, de modo que cuanto
más denso es el medio, menor es la velocidad de la luz. Al atravesar un
diamante, por ejemplo, que es un medio muy denso, la velocidad de la
luz se ve reducida en un factor de 2,417. La velocidad más lenta
que se ha registrado para la luz fue cuando ésta atravesó un condensado
de Bose-Einstein de rubidio enfriado hasta casi alcanzar el cero
absoluto: pudo disminuir la velocidad de un rayo de luz a cerca de 17
m/s. Ocurrió en 1999.
En 2003, Mijaíl Lukin, junto con científicos de la
Universidad Harvard y el Instituto de Física Lébedev (de Moscú),
tuvieron éxito en detener completamente la luz al dirigirla a una masa
de gas rubidio caliente, cuyos átomos, en palabras de Lukin, se
comportaron como «pequeños espejos» debido a los patrones de
interferencia en dos rayos de control.
La velocidad de la luz en términos familiares es la que tiene ésta cuando viaja en el vacío (299.792.458 m/s). Entonces, puede cubrir las siguientes distancias:
Un metro: en solo 3,3 nanosegundos.
Desde la órbita geoestacionaria hasta la Tierra: 119 ms.
La longitud del Ecuador terrestre: 134 ms.
Desde la Luna hasta la Tierra: 1,3 segundos.
Desde el Sol hasta la Tierra: 8,3 minutos.
Desde Próxima Centauri hasta la Tierra: 4,2 años.
Desde la galaxia más cercana (la galaxia enana Canis Mayor) hasta la Tierra: 25.000 años.
Atravesar la Vía Láctea: 100.000 años.
Desde la galaxia Andrómeda hasta la Tierra: 2,5 millones de años.
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