Un estudio demuestra que la terapia antirretroviral en fase temprana puede controlar la infección
Otro equipo consigue acabar con el virus en dos pacientes tras un trasplante de médula
Un pequeño grupo de 14 pacientes franceses no ha sufrido un rebrote
del VIH tras serle suspendido el tratamiento antirretroviral que se les
empezó a suministrar muy poco después de contraer la infección, según
concluye un estudio elaborado en el país galo y presentado este jueves
durante la quinta jornada de la Conferencia Internacional sobre el Sida en Washington.
Este resultado reabre la esperanza de que una cura funcional del VIH
–conseguir niveles del virus extremadamente bajos en sangre que impidan
al cuerpo desarrollar sida y permitan al paciente dejar la medicación–
es posible.
La investigación, denominada Visconti cohort, consistió en intentar controlar la infección lo antes posible. Esta situación no es muy común ya que, por ejemplo, en Estados Unidos una de cada cinco personas desconoce ser portadora del VIH y recibe el diagnóstico en estadios tardíos, según datos del Centro de Prevención de Enfermedades. Los sujetos estuvieron bajo tratamiento hasta tres años. “Normalmente, los niveles de virus en el cuerpo habrían aumentado con la supresión del tratamiento y la infección habría derivado en la enfermedad del sida. Pero tras seis años sin medicación, los niveles de virus en sangre son extremadamente bajos. Nuestras conclusiones sugieren que el tratamiento debe empezar lo antes posible, lo más próximo al inicio de la infección”, explicó en rueda de prensa Charline Bacchus, jefa del equipo del estudio de la Agencia Nacional Francesa de Investigadores del Sida.
“Realmente creemos que este grupo es una esperanza real para la
investigación a partir de ahora”, añadió Asier Saez Ciron, del Instituto
Pasteur en este país. Existe un centenar de personas en el mundo que, a
pesar de estar infectadas, no desarrollan la enfermedad –los
denominados controladores de VIH–, y “lo bueno de este estudio es que
hemos conseguido un efecto similar con la aplicación de fármacos. Puede
ser una esperanza más para la cura funcional del virus”, continuó Saez
Ciron. Los autores reconocen que esta investigación es la primera de
muchas: “Debemos seguir estudiando en esta dirección y corroborar que
estos esperanzadores resultados se siguen produciendo”, finalizó Saez.
Otro estudio presentado este jueves apunta que, aparte del conocido como el paciente de Berlín, Timothy Brown –la única persona documentada que se ha curado de la enfermedad–, existen dos casos más de curas funcionales: dos hombres con VIH y linfoma –un cáncer que afecta al sistema linfático–. A ambos pacientes se les realizó un trasplante de médula para tratar su cáncer y fueron tratados con bajos niveles de quimioterapia durante el proceso, lo que permitió mantener la terapia antirretroviral simultáneamente. A pesar de que se detectaron células infectadas con el virus en este periodo, con el paso del tiempo las células donadas reemplazaron a las infectadas. Aparentemente, los dos pacientes se encuentran libres de VIH: uno lo consiguió a los dos años de la operación y el otro, tras tres años y medio.
Durante los dos últimos años, los científicos han estado investigando para llegar a esta conferencia con resultados tangibles. Françoisse Sinoussi, premio Nobel de medicina por identificar el VIH en la década de los ochenta, es la líder de esta iniciativa. Sinoussi ha recalcado durante esta semana que “a pesar de los resultados obtenidos, los esfuerzos deben seguir centrándose en la búsqueda de una vacuna”.
Los expertos asistentes a la Conferencia Internacional de Sida llamaron también la atención este jueves sobre la necesidad de potenciar los mecanismos de prevención entre los grupos sociales más discriminados, los que cuentan con menos recursos y sufren los mayores porcentajes de prevalencia de esta enfermedad. Se insistió además en que todavía hay que trabajar mucho para poner fin a una pandemia que ha matado ya a 30 millones de personas en todo el mundo.
“Hombres que tienen sexo con hombres existen en todas partes. Si decidimos no admitir esta realidad, no podremos terminar con la epidemia y no podremos afrontar de verdad la infección del VIH”, dijo Paul Semugona, doctor de Uganda, durante la sesión plenaria de la jornada. Este médico recalcó que todavía existen naciones en las que no se reconoce la existencia de la homosexualidad, “por lo que no existen estadísticas reales sobre el número total de gais. Pero lo vuelvo a decir, por mucho que lo quieran esconder, existen”, reiteró.
“Yo soy gay, vivo en Uganda y en mi país no me habían informando de que esta enfermedad se podía transmitir al tener relaciones sexuales con otro hombre. Si no te has acostado con una mujer, no estarás infectado, eso me decían”, continuó Semugona, “porque eran las mujeres las que nos infectaban”. Este doctor desconocía cómo debía protegerse, era un ignorante: “Tuve que recurrir a Internet y aprender yo mismo a conocer lo que es el sida. Y como yo, muchos otros han tenido que hacer lo mismo en muchos otros países”. “Hay que hacer visibles a los invisibles para luchar y ganar a la epidemia del sida”, añadió.
Pero el precio del activismo es a veces “la criminalización”. “Han apresado e incriminado a muchos. Lo están haciendo ahora y por desgracia lo harán en el futuro”, subrayó durante la conferencia Cheryl Overs, profesora de la Universidad Monash en Australia, en clara referencia a las grandes voces ausentes en la conferencia de Washington: la de muchas personas que se dedican a la prostitución o drogadictos a los que la ley estadounidense no ha permitido entrar en el país.
Por eso, tras mostrar un vídeo en el que se narraban historias de estos dos colectivos, la profesora australiana proclamó: “No se crean todo lo que escuchen esta semana. Hay muchas historias que no se cuentan”. “Cambiemos las leyes, que la prostitución sea legal y que a los drogadictos se les trate como a personas enfermas, y no como a animales”, insitió Overs.
“Llevamos seis días escuchando que con los métodos de prevención con que contamos ahora se puede conseguir una generación libre de sida. ¿Pero qué ocurre con la discriminación, la pobreza como factor de riesgo o el rechazo de la propia familia? En una conferencia bianual que habla del fin de la epidemia, es necesario que los trabajadores sexuales y los drogadictos no se queden fuera, porque son parte fundamental de la solución. Se necesita acción y no mera propaganda”, concluyó la profesora.
Fuente:
El País Ciencia
Bonus:
Por eso, explicó la ex primera dama, la Fundación George W. Bush ha lanzado una campaña llamada Lazo rosa, lazo rojo para luchar contra el cáncer de mama y uterino en los África. "Estas patologías son una de las principales causas de muerte en los países subsaharianos, y son más comunes en mujeres inmunodeprimidas e infectadas con el VIH", afirmó Bush, que asegura que unas 14.000 mujeres han sido ya sido evaluadas y diagnosticadas. "De estas, cerca del 40% resultaron ser seropositivas, y un tercio del total padecía uno de estos dos tipos de cáncer.
La investigación, denominada Visconti cohort, consistió en intentar controlar la infección lo antes posible. Esta situación no es muy común ya que, por ejemplo, en Estados Unidos una de cada cinco personas desconoce ser portadora del VIH y recibe el diagnóstico en estadios tardíos, según datos del Centro de Prevención de Enfermedades. Los sujetos estuvieron bajo tratamiento hasta tres años. “Normalmente, los niveles de virus en el cuerpo habrían aumentado con la supresión del tratamiento y la infección habría derivado en la enfermedad del sida. Pero tras seis años sin medicación, los niveles de virus en sangre son extremadamente bajos. Nuestras conclusiones sugieren que el tratamiento debe empezar lo antes posible, lo más próximo al inicio de la infección”, explicó en rueda de prensa Charline Bacchus, jefa del equipo del estudio de la Agencia Nacional Francesa de Investigadores del Sida.
Pese al resultado de las terapias, los esfuerzos deben seguir centrándose en la búsqueda de
una vacuna”
Otro estudio presentado este jueves apunta que, aparte del conocido como el paciente de Berlín, Timothy Brown –la única persona documentada que se ha curado de la enfermedad–, existen dos casos más de curas funcionales: dos hombres con VIH y linfoma –un cáncer que afecta al sistema linfático–. A ambos pacientes se les realizó un trasplante de médula para tratar su cáncer y fueron tratados con bajos niveles de quimioterapia durante el proceso, lo que permitió mantener la terapia antirretroviral simultáneamente. A pesar de que se detectaron células infectadas con el virus en este periodo, con el paso del tiempo las células donadas reemplazaron a las infectadas. Aparentemente, los dos pacientes se encuentran libres de VIH: uno lo consiguió a los dos años de la operación y el otro, tras tres años y medio.
Durante los dos últimos años, los científicos han estado investigando para llegar a esta conferencia con resultados tangibles. Françoisse Sinoussi, premio Nobel de medicina por identificar el VIH en la década de los ochenta, es la líder de esta iniciativa. Sinoussi ha recalcado durante esta semana que “a pesar de los resultados obtenidos, los esfuerzos deben seguir centrándose en la búsqueda de una vacuna”.
Prevención
Los expertos asistentes a la Conferencia Internacional de Sida llamaron también la atención este jueves sobre la necesidad de potenciar los mecanismos de prevención entre los grupos sociales más discriminados, los que cuentan con menos recursos y sufren los mayores porcentajes de prevalencia de esta enfermedad. Se insistió además en que todavía hay que trabajar mucho para poner fin a una pandemia que ha matado ya a 30 millones de personas en todo el mundo.
“Hombres que tienen sexo con hombres existen en todas partes. Si decidimos no admitir esta realidad, no podremos terminar con la epidemia y no podremos afrontar de verdad la infección del VIH”, dijo Paul Semugona, doctor de Uganda, durante la sesión plenaria de la jornada. Este médico recalcó que todavía existen naciones en las que no se reconoce la existencia de la homosexualidad, “por lo que no existen estadísticas reales sobre el número total de gais. Pero lo vuelvo a decir, por mucho que lo quieran esconder, existen”, reiteró.
“Yo soy gay, vivo en Uganda y en mi país no me habían informando de que esta enfermedad se podía transmitir al tener relaciones sexuales con otro hombre. Si no te has acostado con una mujer, no estarás infectado, eso me decían”, continuó Semugona, “porque eran las mujeres las que nos infectaban”. Este doctor desconocía cómo debía protegerse, era un ignorante: “Tuve que recurrir a Internet y aprender yo mismo a conocer lo que es el sida. Y como yo, muchos otros han tenido que hacer lo mismo en muchos otros países”. “Hay que hacer visibles a los invisibles para luchar y ganar a la epidemia del sida”, añadió.
Pero el precio del activismo es a veces “la criminalización”. “Han apresado e incriminado a muchos. Lo están haciendo ahora y por desgracia lo harán en el futuro”, subrayó durante la conferencia Cheryl Overs, profesora de la Universidad Monash en Australia, en clara referencia a las grandes voces ausentes en la conferencia de Washington: la de muchas personas que se dedican a la prostitución o drogadictos a los que la ley estadounidense no ha permitido entrar en el país.
Por eso, tras mostrar un vídeo en el que se narraban historias de estos dos colectivos, la profesora australiana proclamó: “No se crean todo lo que escuchen esta semana. Hay muchas historias que no se cuentan”. “Cambiemos las leyes, que la prostitución sea legal y que a los drogadictos se les trate como a personas enfermas, y no como a animales”, insitió Overs.
“Llevamos seis días escuchando que con los métodos de prevención con que contamos ahora se puede conseguir una generación libre de sida. ¿Pero qué ocurre con la discriminación, la pobreza como factor de riesgo o el rechazo de la propia familia? En una conferencia bianual que habla del fin de la epidemia, es necesario que los trabajadores sexuales y los drogadictos no se queden fuera, porque son parte fundamental de la solución. Se necesita acción y no mera propaganda”, concluyó la profesora.
Fuente:
El País Ciencia
Bonus:
Laura Bush, dedicada a las mujeres seropositivas
La ex primera dama estadounidense Laura Bush acudió este jueves a la Conferencia Internacional sobre el Sida para hablar sobre mujeres seropositivas que mueren por otras enfermedades paralelas. "Gracias a los medicamentos antirretrovirales, millones de hombres y mujeres pueden vivir con la infección. Pero seguimos viendo a mujeres que, viviendo con el sida, están muriendo de cáncer de cérvix", subrayó. Esta iniciativa cuenta con la participación de distintas organizaciones privadas y públicas y ofrece pruebas de screening y tratamiento del cáncer de mama y uterino en los países en desarrollo del mundo.Por eso, explicó la ex primera dama, la Fundación George W. Bush ha lanzado una campaña llamada Lazo rosa, lazo rojo para luchar contra el cáncer de mama y uterino en los África. "Estas patologías son una de las principales causas de muerte en los países subsaharianos, y son más comunes en mujeres inmunodeprimidas e infectadas con el VIH", afirmó Bush, que asegura que unas 14.000 mujeres han sido ya sido evaluadas y diagnosticadas. "De estas, cerca del 40% resultaron ser seropositivas, y un tercio del total padecía uno de estos dos tipos de cáncer.
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