En el blog "Conocer Ciencia", de Perú, nos unimos la clamor general. Alazamos nuestras voces de protesta ante el recorte al presupuesto a Investigación, Desarrollo e Innovación que se viene llevando a cabo en España. Esto sólo traerá más atraso y misería, el mejor ejemplo somos nosostros: los pasíses de América Latina y nuestro casi inexistente presupuesto a la Ciencia y la Educación.
Visité con otros periodistas la isla de Taiwán en
1995. Le ex colonia portuguesa de Formosa sirvió de refugio a los chinos
nacionalistas que huyeron tras el triunfo de Mao y el comunismo en
1949. Estos chinos llegaron a un sitio que solo tenía rocas y tifones.
Décadas después, Taiwán era uno de los llamados Tigres asiáticos.
Las
marcas Acer, Asus, HTC y otras son taiwanesas. Tienen fábricas en China
continental y es un país muy rico. Su economía se basa en la
fabricación y exportación de tecnología, pues es uno de los mayores
productores mundiales de microprocesadores. Muchas empresas
occidentales solo ponen la marca como Hewlett Packard, Bluesens, Airis… Pero sus productos proceden de Taiwán.
“¿Cómo lograron ustedes convertirse en una superpotencia económica?”,
le preguntamos al vicepresidente de Taiwán, que accedió a pasar un rato
con nosotros.
“Nos dimos cuenta de la única riqueza que teníamos eran nuestros
ahorros y las reliquias del Museo Nacional de China que trajimos desde
Pekín. Entonces decidimos invertir todos nuestros esfuerzos en educación y en ciencia.
Enviamos a muchos jóvenes a estudiar al extranjero, sobre todo a EEUU.
La condición era que tenían que volver y trabajar por Taiwán. Eso nos
permitió crear industrias de alta tecnología y desarrollarnos”.
En el libro del físico y ensayista Michio Kaku titulado “El futuro de la física”, encontré una parte dedicada al milagro de Singapur. Esta pequeña ciudad-estado ubicada en Asia, se creó con chinos han (la etnia han
es la más industriosa de China). Singapur era un puerto de piratas y
contrabandistas. Entonces, al igual que Taiwán, hubo unos líderes que
sentaron las bases de la prosperidad a partir de 1965, cuando lograron
independizarse de Malasia. ¿Cómo?
Lee Kuan Yew, el presidente de esta antigua colonia, decidió que invertirían todos sus esfuerzos en levantar una generación con una alta preparación científica.
También ofrecieron enormes cebos para atraer científicos de todo el
mundo, entre ellos, actividades culturales de gran nivel. En poco
tiempo, este pedacito de tierra se convirtió en otro Tigre Asiático. Es
también uno de los mayores fabricantes mundiales de microprocesadores.
Un centro de alta tecnología. Ocupa los mejores índices en calidad de
vida, en riqueza por persona, en desarrollo… Lee Kuan Yew lo cuenta todo en su libro de memorias “La historia de Singapur”.
Mientras tanto en España...
Pobre ciencia española. Eso es lo que se me vino a la mente cuando vi los recortes en los Presupuestos Generales del Estado para
2012 que nos esperan. Justo lo contrario de lo que ha hecho prósperos a
dos países mínimos. El Presupuesto de investigación, desarrollo e
innovación se recorta un 26%.
Vamos a ser sinceros: el futuro de nuestra supervivencia y nuestra prosperidad no está ligado al cine, a las carreteras o a las ong.
Está muy ligado a la ciencia. A la educación. A la investigación. Si
triunfamos en ese área, seremos un país con más recursos para construir
carreteras, ayudar al cine o sostener ong.
Si Taiwán y Singapur tienen altos estándares de vida y son destacadas
potencias económicas, es porque se dieron cuenta de que las inversiones
en Ciencia y en Educación son las más productivas.
Yo soy, por lo
tanto, uno más de los que clamará contra esos recortes en los
Presupuestos. Necesitamos científicos.
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