La página web DIYbio.org cuenta con más de 2.000 miembros
¿Hasta qué punto es fácil producir un virus letal? La pregunta ha
surgido recientemente gracias a dos experimentos controvertidos que
transformaron el virus H5N1 de la gripe aviar en formas mutantes que se
propagaron en mamíferos.
Tras meses de intenso debate en todo el mundo, varios científicos reunidos por la Organización Mundial de la Salud
en febrero recomendaron publicar los resultados. El mes pasado,
asesores de bioseguridad del Gobierno de Estados Unidos apoyaron la
publicación de los estudios ya revisados porque no revelan detalles que
los terroristas puedan utilizar. Las revistas Nature y Science tienen intención de publicar los trabajos lo antes posible.
Aunque terroristas y sectas son motivo de preocupación desde hace
tiempo, algunos científicos también temen que la publicación pueda
permitir a aficionados curiosos recrear el virus mutado, lo que
acentuaría el riesgo de una liberación accidental.
Durante la última década, un creciente número de aficionados a la biología ha empezado a realizar experimentos. La página web DIYbio.org
cuenta con más de 2.000 miembros en estos momentos. “Me preocupa el
científico de garaje, el científico artesano, la persona que solo quiere
comprobar si puede hacerlo”, explicaba Michael T. Osterholm, de la Universidad de Minnesota, en una reunión de expertos en bioseguridad celebrada recientemente en Washington.
Me preocupa el científico de garaje, el científico artesano, la persona que solo quiere comprobar si puede hacerlo
Coincide con él, Arturo Casadevall, del Albert Einstein College
of Medicine, en Nueva York, quien, junto a Osterholm, es miembro de la
junta que al principio desaconsejó la publicación: “Los humanos son muy
imaginativos”.
Los biólogos artesanos aseguran que esos temores son exagerados.
“Estoy realmente harta de la gente que ondea esta bandera roja en
particular”, se queja Ellen D. Jorgensen, bióloga molecular y presidenta de Genspace, un “laboratorio de biotecnología comunitario” en Nueva York.
En la reunión sobre bioseguridad, Ron Fouchier, que lideró el equipo
holandés que creó el virus mutante conocido como mutH5N1, describía
parte del experimento, para el que se utilizaron métodos ya
establecidos: los científicos introdujeron mutaciones en los genes del
H5N1 que consideraban que podían ayudar a que la gripe aviar infectara a
mamíferos. Administraron los virus a hurones, esperaron a que cayeran
enfermos y luego los transfirieron a otros ejemplares. De este modo
consiguieron una cepa que podía propagarse de un hurón a otro a través
del aire.
Los virólogos preparados pueden fabricar el mutH5N1 de varias
maneras. Podrían tomar la secuencia del genoma del H5N1, que está al
alcance de todo el mundo, reescribirla para incluir nuevas mutaciones y
después copiar la nueva secuencia en un correo electrónico. Una empresa
de síntesis de ADN podría enviar fragmentos inofensivos de los genes de
la gripe incorporados al ADN de bacterias. Los científicos podrían
cortar los segmentos víricos, unirlos e inyectar los genes reconstruidos
del virus en células.
Las empresas de síntesis buscan equivalencias entre el ADN solicitado
y los genomas de patógenos peligrosos. Pero algunos expertos desestiman
esas salvaguardas. “Un agente empecinado puede ocultar hábilmente las
órdenes”, según Casadevall.
“Sobrevaloran nuestras capacidades tecnológicas e
infravaloran nuestra ética”, señala Jason Bobe, uno de los fundadores
de DIYbio.org
Los virólogos expertos, que conocen las mutaciones adquiridas por el
mutH5N1, podrían alterar virus corrientes del H5N1 en los mismos lugares
para obtener otro igual. Incluso podrían averiguar cómo fabricar
mutH5N1 a partir de los pocos detalles que se conocen. Los informes
dicen que solo había cinco mutaciones en los virus holandeses, y
probablemente se encontraban en lugares clave dedicados a introducir los
virus en células huésped (los virus deben infectar células huésped para
reproducirse, no pueden hacerlo por sí solos). Los dispositivos para
duplicar fragmentos de ADN cuestan unos pocos cientos de dólares en eBay.
Los biólogos artesanales se ríen de los poderes siniestros que se les
atribuye. “Sobrevaloran nuestras capacidades tecnológicas e
infravaloran nuestra ética”, señala Jason Bobe, uno de los fundadores de
DIYbio.org. A los aficionados, además, les faltan los años de formación
necesarios para fabricar virus.
Es difícil predecir cómo afectará la evolución de la biotecnología al riesgo de los patógenos caseros. Según Steffen Mueller, virólogo de la Universidad Stony Brook en Nueva York, “un agricultor en China” podría crear un virus nuevo poniendo en contacto unos pollos enfermos con hurones.
Algunos expertos aseguran que, con independencia de cómo pueda surgir
un virus letal, lo importante es poder derrotarlo y evitar una
catástrofe mundial, como la pandemia de gripe de 1918, que acabó con la
vida de 50 millones de personas. “Necesitamos un programa urgente para
crear una vacuna generalizada contra la gripe”, dice Ron Atlas, microbiólogo de la Universidad de Louisville. “Acabaríamos con la posibilidad de otro acontecimiento como el de 1918”, precisa.
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