El pasado mes de septiembre, un equipo de astrónomos dio a conocer una rareza descubierta por el observatorio espacial Kepler de la NASA. Se trataba de un planeta con dos soles, el Kepler-16 b, el primero hallado hasta la fecha. Apodado «Tatooine» por ser lo más parecido al mundo ficticio de StarWars que haya aparecido jamás, era un mundo raro, sí, pero no el único. La misma sonda ha detectado otros dos nuevos planetas que orbitan, cada uno, su propio sistema binario de estrellas. Y puede haber muchos más. En realidad, millones de ellos.
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