Astrónomos consiguen resolver una antigua incógnita que limpia la reputación de Mary Shelley, acusada de mentir sobre la inspiración de su historia de terror.
Una noche oscura y tormentosa de junio de 1816, la escritora Mary Shelley y un grupo de amigos pasaban la velada contando historias de fantasmas en Villa Diodati, su residencia a orillas del lago de Ginebra, en Suiza. El poeta Lord Byron, uno de los presentes, desafió a los demás a intentar escribir un cuento de terror. De este reto nació Frankenstein, uno de los grandes monstruos de la literatura, fruto de la imaginación de Shelley. En el prólogo del libro, la autora asegura que la inspiración que dio forma a la criatura llegó repentinamente tras una pesadilla, en un duermevela en el que pudo ver la luz de la Luna entrando en su habitación. La escritora fue duramente criticada por algunos de sus coetáneos, que la acusaban de inventarse una historia demasiado romántica y sobrenatural para vender mejor su libro. Hasta ahora, había resultado imposible saber si Shelley había llevado su imaginación demasiado lejos y había exagerado la forma en la que se le ocurrió la obra, pero un grupo de astrónomos, quién lo iba a decir, ha resuelto el misterio y ha conseguido limpiar la reputación de una gran autora. Shelley no mentía.
En su relato, Shelley dice que era incapaz de concebir una buena historia de terror para epatar a Byron hasta que tuvo una conversación nocturna sobre la naturaleza de la vida con su marido que continuó hasta después de medianoche. Cuando finalmente se fue a la cama, experimentó un extraño sueño en el que un hombre intentaba traer a la vida a un cadáver a través de los mecanismos de la ciencia. Shelley se despertó de su pesadilla y vio la luz de la Luna entrar por la ventana de su habitación. Al día siguiente, comenzó a trabajar en Frankenstein. El siniestro personaje había nacido.
Aunque la reunión de amigos y el desafío de la historia de fantasmas están bien documentados, los académicos e investigadores han cuestionado la veracidad de la versión de Shelley de los acontecimientos e incluso se la ha acusado de mentir. Algunos han sugerido que ella fabricó una versión romántica del prólogo de la edición de 1831 de Frankenstein únicamente para vender más libros. La fecha tradicionalmente aceptada de la reunión en la que se produjo el reto de escribir la historia es el 16 de junio, debido a unos apuntes en el diario del escritor John Polidori, pero en realidad «no hay ninguna medición explícita de la fecha de la sugerencia de la historia de fantasmas en ninguna carta, diario o documento», dice Donald Olson, de la Universidad del Estado de Texas-San Marcos (EE.UU.) y un de los responsables del estudio. «Nadie conoce la fecha».
Una Luna brillante
Las cartas y diarios que han sobrevivido dicen que Byron y Polidori llegaron a Villa Diodati el 10 de junio, por lo que es posible que el poeta lanzara su desafío entre el día 10 y el 16. La referencia de Shelley a la luz de la Luna es clave para los científicos. Para determinar qué noches de junio de 1816 pudo brillar la Luna a través de la ventana de Shelley después de la medianoche, los investigadores viajaron el pasado año a Villa Diodati, todavía en pie junto al lago.
El equipo de investigación hizo extensas mediciones topográficas del terreno y el edificio, y peinó los registros del clima de junio de 1816. Los astrónomos creen que una luna brillante y redonda que iluminó la ladera hasta meterse por la ventana de la escritora justo antes de las 2 de la mañana del 16 de junio. «Mary Shelley escribió sobre la Luna brillando a través de la ventana y durante 15 años me he preguntado si podríamos volver a recrear esa noche», dice Olson. «Lo hemos hecho y no tenemos ninguna razón para dudar de su relato», ha confirmado. Un auténtico trabajo de «forenses astronómicos». Caso resuelto y el honor de Mary Shelley, repuesto.
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