- Hasta ahora solo se había captado horas o días después de su nacimiento
- Ha sido descubierta por casualidad, mientras se estudiaban la 'muerte' de otra supernova
Momento justo del nacimiento de la supernova.
Científicos de la Universidad de Princeton (EEUU) han captado el momento exacto del nacimiento de una supernova, un acontecimiento del que sólo se tenían imágenes de horas o días después de que ocurriera, según un estudio publicado hoy por la revista científica británica Nature.
La mayoría de las estrellas masivas (aquellas que tienen una masa ocho veces mayor a la del Sol) terminan su corta vida en medio de una espectacular explosión, que da lugar al nacimiento de una supernova. De la muerte de estas estrellas surgen nuevos materiales que contribuyen a la evolución de la galaxia.
Una supernova es una explosión estelar que produce objetos muy brillantes en la esfera celeste y suele aparecer donde antes no se observaba nada. En ocasiones son difíciles de distinguir si el polvo que desprenden no deja ver su brillo.
Su aparición es poco frecuente, con sólo unas cuantas por galaxia cada cien años, pero pueden verse desde galaxias distantes debido a su intensa luminosidad.
Hasta ahora, los científicos no habían recogido la emisión óptica del nacimiento de la supernova, sino señales posteriores a la explosión, por lo que ese momento era misterioso.
Hace unos días la NASA anunciaba el descubrimiento la supernova más joven de la Vía Láctea, la G. 1.9+0.3 de solo 140 años y a la que se estaba siguiendo la pista desde hacía más de dos décadas.
Descubren el 'nacimiento' por una 'muerte'
El equipo de investigación de Princeton, liderado por Alicia Soderberg, fue testigo casual del nacimiento de esta supernova en galaxia de la constelación Lince situada a 90 millones de años luz de la Tierra.
Mientras estudiaban la emisión de rayos X de una supernova que se apagó un mes antes, pudieron captar el estallido de rayos X "extremadamente luminosos" que se produjo en el preciso momento de la explosión de la estrella madre.
Utilizando el satélite Swift, perteneciente a una misión conjunta de la NASA con el Science Technology and Facilities Council (STFC) del Reino Unido y la Agencia Espacial Italiana, pudieron registrar las emisiones de rayos X durante cinco minutos.
Además, pronostican que futuros estudios de los rayos X emitidos podrían mostrar el nacimiento de muchas más supernovas, lo que contribuiría al conocimiento de la onda expansiva de la estrella que expulsa una gran parte de su masa al espacio.
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