El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. | Reuters
Un partidario del 'Sí', junto a un cartel del primer ministro italiano. | AFP
- La mayoría desoye al primer ministro y decide acudir a las urnas
- Los ciudadanos también rechazan la energia nuclear y privatizar el agua
- 'Il Cavaliere' admite que el resultado de la consulta 'no puede ser ignorado'
Monumental bofetada la que ha recibido Silvio Berlusconi, que ya no podrá agarrarse a presuntos problemas de agenda para no personarse en las vistas de sus procesos penales. Más del 95% de los votantes en los referendos que se celebraron entre el domingo y este lunes ha decidido derogar la ley de "legítimo impedimento" que desde abril del año pasado le servía a 'Il Cavaliere' de escudo judicial y a la que el 'premier' se aferraba para no sentarse en el banquillo de los acusados por los cuatro juicios que tiene pendientes alegando que sus obligaciones como primer ministro le imposibilitaban a ello.
Por primera vez en 18 años, el referéndum tendrá efectos vinculantes, al haber participado en el mismo un 57% del electorado y superarse el quórum de más del 50% exigido por la Constitución para que su resultado sea de obligado cumplimiento para el Gobierno. Un sistema que invita a los partidarios del 'no' a quedarse en casa en lugar de acudir a las urnas: de ahí los altos porcentajes de la victoria del 'sí'.
Eran cuatro las cuestiones en las que los italianos estaban llamados a pronunciarse: sobre si estaban dispuestos a hacer pedazos los planes de Berlusconi de volver a poner en marcha centrales nucleares después de que hace 24 años las mismas fueran desmanteladas en virtud de otro referéndum;, si rechazaban la privatización de los servicios de suministro de agua realizada por el Ejecutivo de 'Il Cavaliere' y que las compañías privadas de agua pudieran cargar en la factura de los usuarios el 7% del capital invertido; y si estaban de acuerdo con derogar la ley que permite al primer ministro dar esquinazo a sus juicios.
En todos los casos Berlusconi, que había llamado a la abstención, ha salido clamorosamente derrotado. El 'sí' ganó con porcentajes en torno al 95%-96% y el propio primer ministro reconoció la derrota "en todos los temas". 'Il Cavaliere' aseguró que "la alta afluencia demuestra una voluntad de participación de los ciudadanos que no puede ser ignorada".
Los primeros datos indican que más del 90% de los que acudieron a las urnas votó 'sí'. Pero donde más doloroso y rotundo ha sido el varapalo que ha recibido ha sido en el cuarto asunto sometido a consulta popular, identificado a través de una papeleta de color verde, con la que la mayoría de los italianos ha dejado claro que rechaza la ley que sirve al primer ministro de escudo judicial.
Campaña de movilización
'Il Cavaliere' y numerosos miembros de su Gobierno habían apostado por que, una vez más, no se alcanzaría la participación necesaria, así que habían hecho campaña a favor de la abstención. Sin embargo la impresionante campaña de movilización puesta en marcha por la oposición de centroizquierda y las organizaciones ecologistas, multiplicada a través del 'tam-tam' de Internet y de las redes sociales, ha calado hondo entre el cada vez mayor número de italianos que reniegan de Berlusconi y les ha animado a dar un voto de castigo al premier.
"El resultado del referendum muestra el divorcio entre el Gobierno y el país", declaraba Pier Luigi Bersani, líder del Partido Demócrata, la principal formación de la opsición. "Hay una exigencia de cambio. La necesidad de que no se puede seguir así se ha expresado claramente".
"Tendremos que decir adiós a la energía nuclear como resultado del voto popular y ponernos a trabajar en las energías renovables", había asegurado Berlusconi cuando los colegios electorales aún estaban abiertos, lo que buena parte de la oposición interpretaba como un sucio intento por desanimar a la gente a seguir acudiendo a votar.
Fuente: