Un equipo del Imperial College de Londres y el RVC (Royal Veterinary College) recolectó muestras de fémures de las colecciones de museos y parques zoológicos británicos. Estos huesos pertenecían a 90 especies diferentes, incluyendo al elefante asiático, la musaraña etrusca, el correcaminos, el cocodrilo, el emú, el pavo, el leopardo y la jirafa.
Michael Doube (Imperial College de Londres) y sus colaboradores analizaron cómo el tamaño del animal se correspondía con la formación de cierta retícula estructural dentro del fémur. Y han descubierto que esa retícula tiene una geometría que es diferente dependiendo del tamaño corporal de la especie.
Las características de esa retícula estructural dentro de los huesos de los animales grandes les ayudan a soportar sus notables pesos, sin que los huesos sean más gruesos ni más densos. Usar esta estructura ahorra una valiosa energía en los animales más grandes porque no tienen que desarrollar, mantener y transportar tejido óseo extra.
Este nuevo conocimiento de cómo se estructuran los fémures podría ser usado para diseñar una nueva clase de materiales estructurales resistentes y ligeros, que podrían servir para mejorar la carrocería de automóviles y otros vehículos.
Fuente:
Solo Ciencia