La evolución que llevó a los simios antropomorfos (gibones, orangutanes, gorilas y chimpancés) a mantener una posición erecta del torso a la hora de subirse a los árboles se produjo durante el Mioceno en dos lugares de forma independiente, uno en Europa y otro en África, según un estudio realizado por un equipo de científicos del Instituto Catalán de Paleontología (ICP), que ha llevado a cabo una revisión crítica de las fechas del conjunto de los hominoideos (que vivieron entre hace 23 y 5 millones de años) en el oeste euroasiático.
Se han analizado, además, los resultados inéditos de especímenes hallados recientemente en el conjunto de yacimientos fósiles de Hostalets de Pierola (Barcelona, noreste de España), uno de los tres más importantes de este periodo junto a los de Kenia y los que se encuentran en la frontera entre Pakistán e India.
Los hominoideos, un grupo que incluye a todos los simios antropomorfos, iniciaron su historia en África hace unos 23 millones años. Desde allí fueron expandiéndose hacia Europa y Asia (hace 14 millones de años), aunque en estos territorios fueron desapareciendo (7-6 millones de años) posiblemente por el deterioro del clima, a excepción de los orangutanes. De las trece especies de hominoideos del Mioceno descritas en Eurasia, cinco se encuentran en Cataluña, en concreto en la Cuenca del Vallès-Penedes, donde el ICP viene realizando una continuada serie de trabajos.
El estudio divulgado hoy, según ha explicado Isaac Casanovas, coautor del trabajo, señala que los hominoideos descubiertos en yacimientos europeos y sobre todo en Cataluña -donde vivieron entre 12 y 9 millones de años atrás-, formaban parte de la subfamilia de los driopitecinos (simios del bosque), que estarían emparentados con los ponginos, grupo que incluye los actuales orangutanes. Algunos de los restos fósiles de driopitecinos hallados en Cataluña presentan características avanzadas: podían trepar a los árboles manteniendo una postura vertical del torso y colgarse usando únicamente los brazos, lo que aún se da en los grandes antropomorfos de la actualidad, como los ponginos y los "homíninos" (gorilas, chimpancés y humanos).
En este sentido, el estudio concluye que es probable que estas adaptaciones se produjeran de forma independiente en driopitecinos y homíninos, aunque queda por determinar si los homíninos africanos tuvieron alguna vinculación con los homineideos europeos o evolucionaron directamente a partir de las formas africanas. Las nuevas dataciones permiten así ordenar un conjunto importante de acontecimientos evolutivos y hace entrever que el cambio del diseño corporal del modelo cuadrúpedo hacia la estructura actual de aquellos grandes antropomorfos tuvo también lugar en el área mediterránea.
El trabajo, que se publica hoy en la revista Proceedings of the National Academy os Sciences (PNAS), está firmado también por el director del ICP, Salvador Moyà, y los investigadores de este instituto David M. Alba y Josep M. Robles,y Miguel Garcés (UB). Moyà destacó el valor del registro fósil catalán, que cubre la primera parte de la evolución de los homínidos. "Es el más completo y de mayor calidad del mundo. Por eso es imprescindible para entender el origen de nuestra familia", explicó el director del ICP.
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