Después de dos décadas de argumentos e investigaciones a favor y en contra, y de años de discusiones legislativas, Estados Unidos se prepara para adoptar -o rechazar- una medida que tendrá implicaciones en todo el mundo: la autorización de la venta de salmón genéticamente modificado para consumo humano.
El martes, el comité que asesora a la Administración de Alimentos y Fármacos de los EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) se reunió para discutir si el salmón transgénico del Atlántico producido por la compañía AquaBounty Technologies debía usarse, o no, como alimento humano.
Y aunque a decisión de la FDA -el organismo encargado de autorizar la comercialización de esos productos- no tiene plazo, según un portavoz de la institución la misma podría tomarse en los próximos meses.
Seguridad y etiquetado
Debido a que posee genes adicionales de la hormona de crecimiento, tomado de otras especies de peces, el "supersalmón" desarrollado por AquaBounty puede crecer mucho más rápido y con el doble de tamaño de su pariente silvestre.
Según la empresa con sede en Massachusetts, esta especie -que sería el primer animal transgénico que se introduce en la cadena alimenticia- podría ayudar a preservar el equilibrio de los océanos y alimentar a millones durante décadas.
Durante las consultas públicas se discutieron los temores sobre la seguridad de consumir su carne y qué tipo de información debe incluir el etiquetado del producto para que el consumidor sepa lo que está consumiendo.
Pero la principal controversia científica no es si este salmón es peligroso para el ser humano. De hecho, todo parece indicar que los científicos de la FDA ya dieron el "visto bueno" a la seguridad del producto.
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BBC Ciencia