Lunes, 21 de junio de 2010
La consanguinidad fragmenta los espermatozoides
Estudios en gacelas revelan daños que pueden ocasionar enfermedades genéticas de elevada mortandad en la descendencia
Espermatozoides de gacela Mohor teñidos y observados con microscopía óptica.- CSIC
Un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que, a medida que aumentan los apareamientos entre individuos genéticamente relacionados, se incrementa también la fragmentación del ADN de los espermatozoides. Utilizando como modelos tres especies de gacelas, los científicos han estudiado los efectos sobre la reproducción masculina de la consaguinidad, que tiende a ser elevada en especies amenazadas.
"Desde hace tiempo se sabe que la consaguinidad tiene efectos negativos sobre la reproducción y la supervivencia de los individuos, pero ningún estudio había evaluado hasta ahora sus efectos sobre la integridad del ADN", destacan Monsterrat Gomendio y Eduardo Roldán, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), que han liderado dos investigaciones sobre este tema. Estos expertos llevan años estudiando los efectos de la consanguinidad sobre la reproducción masculina. Para ello, utilizan como modelo tres especies de gacelas integradas en un programa de cría en cautividad en el Parque de Rescate de Fauna Sahariana (CSIC). Dos de estas especies, la gacela de Cuvier (Gazella cuvieri) y la gacela Mohor (Gazella dama mohor), están amenazadas y el tamaño de las poblaciones fundadoras ha sido pequeño, lo que ha conducido a unos niveles de consanguinidad elevados. En cambio, la población fundadora de gacela Dorcas (Gazella dorcas) fue mayor, por lo que esta población no sufre los efectos de la consanguinidad.
Según los científicos, los niveles de daño en el ADN son sorprendentemente elevados y están muy por encima de los valores obtenidos en especies no amenazadas. "Además, se ha encontrado que el nivel de daño en el ADN masculino está relacionado con la calidad del semen, lo que implica que la fertilidad de estos machos está seriamente afectada", añaden.
Los investigadores han observado que cuando los machos con niveles elevados de daño en el ADN del esperma se reproducen, sus crías sufren una mortandad elevada, probablemente porque les transmiten defectos genéticos. Sin embargo, el aumento en la mortandad de las crías sólo se produce cuando la madre es primípara, es decir, cuando no ha tenido crías previamente. "Si la madre es multípara, las crías no mueren, probablemente debido a que esta hembra es más madura para la reproducción y está en mejor condición física y, por tanto, es capaz de reparar el daño en el ADN paterno", destacan los investigadores.
Estos estudios, publicados en Biology of Reproduction y Proceedings of the Royal Society of London, son los primeros en demostrar que el ADN paterno tiene un importante efecto sobre la supervivencia de las crías, lo que implica la posible transmisión del daño genético a las generaciones futuras. También tienen importancia para estrategias de conservación de especies en peligro de extinción.
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