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Jueves, 04 de marzo de 2010
¿El huevo o la gallina?
Una respuesta original a la pregunta que ha venido rondando por la cabeza de todos. Un artículo, sino genial, por lo menos original
He de disculparme por el largo periodo de tiempo sin escribir. Ya sabéis, exámenes, vagancia y demás excusas. Vengo con ganas de exponer algo que me ronda por la cabeza desde hace tiempo y ya es hora de airear para que esté a disposición de todo aquel que tenga unos minutos y el suficiente interés. Se trata de una teoría, que no por ser inútil a ojos vista para cualquier propósito funcional, deja de parecerme interesante. No se si más en el campo de la lingüística que en el de la ciencia o viceversa (para que no digan los científicos que las carreras de letras no valen para nada), os dejo mi razonamiento para que lo juzguéis ante el estrado del vuestro.
La cosa empieza por una pregunta que, al parecer, ha mantenido en vilo a la humanidad desde hace bastante tiempo. La pregunta en si misma es bastante inútil, como dije antes, ya que de su respuesta no obtendríamos beneficio alguno. Sin embargo, posee un calado filosófico como mínimo apreciable, amen de permitirnos hacer ciertas disertaciones científicas al respecto.
Sin más dilación. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?. Todos conocemos este interrogante, y quién no ha discutido alguna vez sobre ello, llegando siempre a la conclusión de que no puede ser respondida ya que la gallina pone el huevo pero a su vez sale del huevo, por lo que se trata de un círculo aparentemente sin principio, es decir, de un círculo.
Para iniciar nuestra disección del problema vamos a tener que aceptar ciertas premisas. A saber, que necesariamente la gallina (o el huevo) tuvieron que aparecer por primera vez en el mundo en algún momento. Que, dado que ambos proceden el uno del otro, uno de ellos tuvo que preceder en el tiempo al otro. Y por último, aceptar las teorías de la evolución de forma general y por ende descartar la creación divina del huevo y la gallina. Sin esta última se apreciará que mi segunda premisa posee un error lógico.
En este punto he de reconocer que mucha gente decide que el huevo es anterior a la gallina, pues es de el de donde surge, mientras que el huevo pudo surgir de otro ave. Y de aquí bebe mi teoría, basada en una afirmación. Si durante tantos años se ha mentado esta frase como enigma irresoluble es simple y llanamente porque ESTA MAL FORMULADO, o al menos no nos proporciona la suficiente información para poder resolverlo, es decir, no plantea la cuestión de forma clara y precisa. Por tanto, se trata de un mero problema lingüístico.
Me explico; Cuando preguntamos si fue antes el huevo o la gallina todo el mundo entiende de que hablamos, por un lado del animal adulto hembra de una especie a la que llamaremos “especie gallina” sin entrar en detalles sobre las características concretas de esta, y por otro el huevo (de gallina), vector reproductivo de dicha especie.
Dado que una especie en general se diferencia de todas las demás por ciertos rasgos fisiológicos, pero sobre todo por existir entre esta y las demás una barrera natural que provoca un aislamiento genético que impide la reproducción interespecífica, o la permite pero sin descendencia fértil (aunque esto es bastante flexible en plantas), podemos aceptar sin problemas que la evolución, lenta e inexorable, produjo por mutación un primer individuo o grupo de individuos que, proviniendo de la “protogallina original” se aisló completamente de esta para fundar la nueva estirpe de la “especie gallina”. Este momento sería difícil de definir para nosotros, incluso si estuviéramos presente en él, ya que se trataría probablemente de un proceso progresivo e imperceptible, aunque no necesariamente. De todas formas, daremos por hecho que el salto cualitativo entre las dos especies se tuvo que dar en algún momento.
Entonces, ¿Cual es el problema? Anteriormente he dicho que todo el mundo entiende a que nos referimos al formular la pregunta, pero no es cierto del todo. Sabemos que es un individuo de la “especie gallina”, pero lo que no se define ni en la pregunta, ni en el imaginario colectivo es ,precisamente, lo que la atañe. Necesitamos la definición de huevo de gallina con respecto al individuo gallina. Y aquí termina nuestro enigma, se vuelve trivial.
- Si definimos el huevo de gallina como aquel que pone una gallina es evidente que fue antes la gallina. Mientras que si lo definimos, por el contrario, como aquel huevo del que surge una gallina (aunque sea la primera) pero que no necesariamente es puesto por otra gallina anterior podemos darnos perfecta cuenta de que lo previo fue el huevo. Resumiendo, es la condición que demos al huevo de gallina lo que determina la respuesta a nuestro irresoluble enigma.
Sirva este razonamiento para apreciar que en ocasiones es más importante formular bien la pregunta que afanarse en la búsqueda de la respuesta.
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