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31 de diciembre de 2011

Enric Ruiz-Geli: "Estamos en elinicio de la tercera revolución industrial y es verde"

Enric Ruiz-Geli, el arquitecto que remodela el restaurante ElBulli por orden de Ferrán Adriá, abandera la necesidad de una mirada medioambiental.


Cuando el arquitecto Enric Ruiz-Geli (Figueres, 1968) entra en una sala llena de gente se hace un silencio. Su entrada es discreta pero el público intuye que es un previo al espectáculo. Muchos son asiduos de sus intervenciones porque Ruiz-Geli tiene tirón mediático. Su discurso, salpicado de arquitectura, sostenibilidad y revolución, engancha. Sus ademanes y movimientos hacen el resto del trabajo para encandilar a la audiencia. Que sea el encargado, junto con el resto del equipo del estudio arquitectónico Cloud 9, de remodelar el restaurante ElBulli por orden de Ferrán Adriá, solo es una de las razones de la expectación. La otra, su argumentario por donde desfila el medio ambiente, las ciudades del futuro y la innovación. Sentó cátedra con el edificio inteligente MediaTic, en el proyecto 22@ del barrio barcelonés de Poble Nou, y cuando le adjudicaron la remodelación del acuario de Nueva York saboreó el placer del reconocimiento. Ahora con ElBulli, se enfrenta a los focos sin perder su discurso ecofriendly.

Pregunta. ¿Cuál es la relación entre arquitectura y medio ambiente?

Respuesta. El último informe de la ONU asegura que la arquitectura es la primera causa de cambio climático, la segunda la producción de carne y la tercera los coches. Las ciudades consumen el 80% de la energía del planeta por lo que los arquitectos somos responsables. Antes se podía tener la visión de que el medio ambiente era importante; ahora es el guión. La arquitectura de vanguardia y lo verde son uno.

P. Con la crisis, ¿no ha pasado la sostenibilidad a un segundo plano?

R. La sostenibilidad se transformó en una marca pero creo que forma parte de su evolución. Los cambios sociales pasan por etapas: la primera fue la de los gurús como Al Gore. Después llegó la fase radical en la que se decide quién es sostenible y quien no; en ese momento se elaboran listas, certificados y aparece Kioto. El último estadio es el de la empatía donde ya no hace falta nombrar el concepto para que sea real. El siglo XXI, por ejemplo, está en empatía con el mundo digital. Del mismo modo hay que estarlo con la biodiversidad, la geotermia o el viento.

P. Entonces, ¿estamos en el final de una época?

R. Al contrario, estamos en el inicio de la tercera revolución industrial. Internet, la transparencia, el respeto al medio ambiente... Cuando estás dentro de un cambio no lo sientes; Martin Luther King no se imaginaba que Obama pudiera ser presidente. Estamos en esa revolución, la lideramos y tenemos que ser responsables.

P. ¿Es responsable proyectar edificios sostenibles pero económicamente insoportables?

R. En el auge de las energías limpias era correcto evaluarlas como inversión. Ahora son una necesidad. Los recursos físicos son limitados por lo que el coste económico no se puede usar como argumento: es una inversión a largo plazo que tenemos que hacer.

P. Suena utópico.

R. Pero es real. Alguien podría decir que la fiebre verde de finales del siglo pasado fue el último grito del boom; el último icono. En realidad es al revés. Por ejemplo, el MediaTic [un edificio inteligente y orgánico en pleno barrio tecnológico de Barcelona] es uno de los brotes verdes que indican el camino para salir de esa crisis. En Cloud 9 practicamos la empatía con el entorno aplicado a la arquitectura.

P. Y Cloud 9 es...

R. Toneladas de partículas que trabajan juntas. Casi lo mismo que una nube que está formada por millones de microelementos en suspensión. Parece imposible pero forma parte de la naturaleza. Por otro lado, está el hecho de estar en las nubes, un sitio donde nos encanta perdernos. Cloud 9 es un estudio, un despacho donde se hace ciencia y ficción pero no ciencia ficción.

P. Ese despacho tiene el encargo de remodelar el restaurante de Ferrán Adriá para que albergue una fundación dedicada al estudio de la gastronomía. ¿Cómo acabó aterrizando en ElBulli?

R. La vanguardia no puede estar fuera de la sociedad. Hay que coger el volante de la industria y de los mercados. Adriá revolucionó la cocina aplicando conceptos físicos a los alimentos, usando el nitrógeno para congelar y deconstruir sus creaciones. Con el edificio vamos a fijarnos en la ciencia y en la naturaleza, concretamente en cómo funciona y construye. Es un proyecto de arquitectura de partículas.

P. ¿Nos lo explica?

R. En un spa el aire está cargado de humedad. El cuerpo es en un 80% agua de manera que, en la sauna, hay un lenguaje continuo entre el organismo y el entorno. Eso es lo que pretendemos con este proyecto: que se integre. Vamos a implicar a la comunidad pesquera de la zona, vamos a plantar un huerto de microalgas que servirá para la cocina y para mejorar la calidad del aire. El vidrio del edificio va a estar recubierto de una película que va a recoger la sal del mar y la va a ir fijando. La cobertura será un vidrio salinizado en permanente intercambio con el medio.

P. MediaTic consiguió un premio en la última Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo. El acta decía que el edificio era "un lenguaje nuevo". Parece un científico de la arquitectura y la Fundación de Adriá, su nuevo experimento.

R. La investigación es clave; si no hay innovación no hay arquitecto. He decidido dar clases para construir un green peace army de arquitectos. Necesitamos miles de despachos de arquitectura que piensen ideas contra el uso del coche en ciudades, contra la energía nuclear...

P. Parece que ahí está hablando de política.

R. La arquitectura deber ser socialista, de social y de activista.

P. Ahora suena a política de izquierdas.

R. Me refiero a una visión social, útil de la arquitectura. Los gobiernos conservadores serán sociales o no serán. Un ejemplo es Valladolid, gobernada por el PP. Es la primera ciudad de España que tiene nueve molinos de viento urbanos que generan 22.600 kilowatios por hora anuales. Están en un puente cerca de un parque donde hemos recuperado el uso del río; reintroducido el bosque de ribera; duplicado el carril bici de esa zona de la ciudad e instalado un pabellón, La cúpula del milenio, donde se hacen encuentros socioculturales ¡Es casi comunismo! Y esos molinos, la bandera del cambio.

P. No se sale de su retórica revolucionaria. Usted es de Figueres... dicen que es tierra de visionarios y de locos, ¿a cuál de las dos especies pertenece?

R. Es cierto que en la región estamos tocats per la tramontana. La sierra crea un microclima especial: el viento, el ruido, el valle. En ese mundo aparte, surgieron figuras de la cultura surrealista como Dalí que cuidaba sus placeres creativos con algunas concesiones al sistema dominante. Dalí sería hoy un antisistema por su actitud quijotesca. Es semejante a enfrentarte a una nuclear con un power point.

P. ¿Luchó contra la energía atómica a golpe de diapositiva?

R. Fue en Texas en un grupo de trabajo sobre la nuclear contra energías limpias. Se debatía el modelo de suministro eléctrico para la localidad de San Antonio. Jeremy Rifkin [economista y Presidente de la Foundation on Economic Trends] lideraba el equipo antinuclear y tras una guerra de power points, ambos modelos empataban con una diferencia: la nuclear generaba 80 puestos de trabajo mientras que el modelo de energías limpias implicaba a cuatro millones de trabajadores en 8 años.

P. ¿Pararon la nuclear?

R. Estuvimos tres días reunidos. Nos jugábamos millones de dólares en una partida contra el lobby nuclear japonés y francés. El argumento de los trabajos verdes que generaríamos hizo que la mitad del presupuesto fuera para el uranio y la otra mitad para nosotros. Se puede decir que paramos la construcción de una central. La energía nuclear está en la UCI; no es futuro. También fue una pelea entre geopolítica contra política de la biosfera.

P.Un arquitecto comprometido con un economista responsable; extraña pareja del siglo XXI, ¿cómo es tan amigo de Jeremy Rifkin?

R. Cuando ganamos el concurso para ampliar el acuario de Nueva York, el periódico The New York Times publicó siete páginas hablando de nuestro trabajo. Rifkin nos contactó y, al teléfono, me dijo: "Tú sabes que con 40 años aparecer en el NYT es imposible". Desde ese momento empezamos a colaborar. Lo primero, en la defensa de la civilización de la empatía; luego hemos creado un grupo de arquitectos que trabajan en un green new deal. Estamos comprometidos con el cambio.

P. ¿Qué puede contarnos del acuario de Nueva York?

R. Es un proyecto utópico de futuro. Resume el gran sueño de Cloud 9: es un espacio científico, con un parque público, autosuficiente... Es un proyecto integral a 15 o 20 años vista porque hay que intervenir en el mar, en el urbanismo, un proyecto de ingeniería de la naturaleza.

P. ¿En qué se basa esa disciplina?

R. En observar la manera en la que diseña la naturaleza. Un edificio puede pesar 800 kilos para aguantar unos 100 kilos por metro cuadrado; lo mismo que una silla: está pensada para que aguante 100 kilos y solo pesa ocho. Un coche pesa mil kilos para llevar 300. Eso no es eficiencia; la naturaleza no hace estas cosas.

Fuente:

El País Ciencia

12 de septiembre de 2011

Bruno Díaz: "Si pudiéramos hablar con los delfines, seguro que no querrían escucharnos"



"Los delfines mulares mantienen relaciones sexuales sin fines reproductivos"

"La mayoría de los arroaces pueden sufrir trastornos psicológicos si estan encerrados en acuarios"


Personajes: Bruno Díaz (Ferrol, 1976) lleva más de 12 años dedicado al estudio de los arroaces, delfines mulares o tursiops truncatus, tal vez el cetáceo más conocido del mundo. Hace siete años fundó en la isla de Cerdeña el Bottlenose Dolphin Research Institute (BDRI), para observar los comportamientos de esta especie y formar investigadores, no solo en lo referente a este animal, sino también para mejorar sus habilidades en el uso de la maquinaria para la recogida de datos en el mar.

¿Cómo surge la idea de crear el BDRI?

La idea se basa en la formación. Intentamos combinar las tareas formativas con la investigación, recabando datos. Aprovechamos la oportunidad de que existe la demanda de este tipo de formación pero pocos lugares donde se realiza. Aquí viene mucha gente de Europa, África, etc., para completar su formación en áreas tan concretas como la nuestra.

¿Por qué se intaló en Cerdeña?

El centro lo creé en 2004 pero entre 1999 y 2002 trabajé en Cerdeña para continuar un proyecto que ya se estaba haciendo y fue una experiencia muy buena. Cuando surgió la idea de crear el instituto, Cerdeña fue el primer lugar que se me ocurrió, sobre todo porque ya teníamos datos tomados de investigaciones previas y así no partíamos de cero. Además, en Italia tenemos más días de sol, puedes salir a investigar con el barco todo el año. En Galicia, por ejemplo, sería mucho más difícil.

A parte de la formación e investigación, tienen otros programas, como 'Adopta un delfín'.

La verdad es que el instituto no tiene ningún tipo de ayuda pública para la investigación, por eso debemos buscar varias fuentes de ingresos privadas, aunque sean pequeñas ayudas. Tenemos cursos de formación, estancias, etc. Y también apadrinar un delfín. Muchos centros ya lo hacían antes y nosotros también decidimos hacerlo. Simbólicamente, te haces padrino de un delfín y les vamos contando a los padrinos como va su vida, si ha tenido algún problema, más o menos le vamos informando de su vida.

Para usted, los delfines de Cerdeña son casi como su familia…

En esta zona hay unos 35 delfines residentes, pero tenemos catalogados por esta zona a unos 70. Y yo llevo más de doce años investigando con ellos, a algunos los he visto crecer desde que eran crías. A veces bromeo y digo que he pasado más tiempo con ellos que con amigos en Ferrol.

¿Tiene el centro alguna relación con Galicia?

Hace un tiempo realizamos un estudio sobre un delfín solitario en la ría de Ferrol. Se intentó evitar lo que pasó con Gaspar, el famoso delfín que andaba por toda Galicia y que muchos bañistas querían nadar con él. En estos casos lo suelo comparar con un caballo, porque si alguien se encuentra un caballo salvaje en el monte no se les ocurre jugar con él.

Los delfines son animales muy sociales. ¿Se parecen sus sociedades a las nuestras?

El delfín mular o arroaz es el más social de todos los cetáceos. Constituyen sociedades de fisión-fusión y tienen jerarquías iguales a los chimpancés o elefantes. Forman pequeños grupos de tamaño variable dependiendo del entorno, en Galicia son un poco más grandes porque hay más pescado y necesitan más individuos para hacer estrategias de caza. Los delfines cambian la composición de sus grupos, y estamos intentando averiguar por qué lo hacen. Escogen a sus compañeros según sus necesidades y las habilidades de los otros delfines. No importa demasiado el sexo si las habilidades les convienen para sus objetivos.

Tengo entendido que aprenden de una forma rapidísima. ¿Han llegado a aprender cosas de los humanos?

La verdad es que sí, pero casi todo malo. Por ejemplo, se acercan a los pesqueros o a la costa hacia las piscifactorías para aprovecharse de los residuos de la industria. Puede ser muy problemático que se acerquen a los barcos porque piensan que todos les van a dar comida. Son comportamientos influenciados para mal, parecido a lo que ocurre con los monos de Gibraltar. Las estrategias de pesca, además, las madres se las transmiten a los hijos. La cría permanece muy cerca de la madre los primeros cuatro años y lo malo que aprendan también lo pueden transmitir. Por ejemplo, una vez colocamos un dispositivo para ahuyentarlos de las piscifactorías costeras. Era un aparato por ultrasonidos que a ellos les resulta desagradable. Pues entendieron que ahí hay comida, y en épocas de hambre es mejor acercarse hasta allí aunque les haga mal.

¿Le parece bien ponerle la coletilla sapiens al arroaz?

Creo que no. Es una especie diferente a los hombres, muy particular, y no acabamos de saber lo que quisiéramos de ella. Es el más estudiada entre los delfines y probablemente el mamífero marino más conocido del mundo. Y aun así, cuánto más sabemos de ellos parece que hay más por investigar. Son muy espabilados cuando se les investiga, e intentar sacar algo a cambio.

¿Es justo meter a los delfines en los acuarios?

Es una especie con desarrollo mental tan fuerte que la mayoría de ellos pueden sufrir problemas psicológicos al estar en centros tan pequeños como esos. El arroaz es tan adaptable que incluso se puede adaptar a lugares tan pequeños como un acuario. En ocasiones se hacen espectáculos con ellos, y eso es puro show bussiness, como Fliper, que también era un arroaz. Si es para que la gente los vea, podría tener una justificación. Pero no son animales tan difíciles de ver en su medio natural. Si se tiene interés se puede preguntar a marineros o a investigadores marinos que seguro pueden dar indicaciones.

¿Para qué usan el sonido los delfines? ¿Es cierto que hablan?

La vista es un sentido secundario en el mar. La comunicación es por el sonido, y hay varios tipos de lenguaje. Utilizan ultrasonidos para localizar presas y hacer un mapa de su entorno, la ecolocalización. Usan silbidos para mantener contacto entre ellos, casi como un nombre. Sonidos más complejos son los sonidos por impulsos, que parecen ladridos o aullidos, cuando hay agresividad en el grupo y sirven para mantener la jerarquía a través del uso de sonidos y evitan enfrentamientos físicos directos.

¿Tienen un lenguaje articulado, como nosotros?

Es complejo decirlo porque no hay estudio. Se ha intentado investigar si cuando modifican la estructura del sonido cambiaban el comportamiento. Es muy difícil saberlo. Además entran en juego otros aspectos como el ancho de banda, ultrasonidos de los que no sabemos casi nada, y que podrían transmitir más información de la que pensamos.

¿Llegaremos algún día a comunicarnos con los delfines?

Seguro que se podría llegar a hacer pero es muy probable que ellos no quieran escuchar lo que decimos.[Ríe] Estudiando su comportamiento, los entiendes, en cierto modo, el lenguaje animal es demasiado complejo. Nosotros acústicamente somos muy malos, ellos pueden percibir anchos de banda mucho más grandes.

Se dice que los delfines son capaces de hacer violaciones ¿es cierto?

En Bahamas se ha dicho esto, pero este tipo de afirmaciones son muy antropocéntricas, es decir, que a los humanos nos puede parecer una cosa y para los delfines significa otra. En ciertas áreas, como en Australia se agrupan varios machos para tener más ventajas sobre el grupo y así consiguen más posibilidades de reproducción. Depende de quién lo vea va a interpretar una cosa u otra. En Bahamas existe un tipo de cetáceo que es el delfín de manchas y llegan los arroaces un metro más grandes que ellos, y llegan son dominantes y pueden mantener relaciones sexuales con las hembras del grupo se puede interpretar como una violación pero no es así. Además, sabemos que los delfines practican el sexo sin finalidad reproductiva, solo por placer, y lo hacen madres con crías, machos y hembras, machos y machos, pero por ello no debemos decir que los delfines son homosexuales o practican el incesto. Esto es que su sistema cultural es diferente al nuestro.

Parece que los delfines nadan cerca de los barcos…

Si un delfín aprovecha la onda de una lancha puede duplicar su velocidad con solo un incremento del 13% de energía. Son una especie que aprovecha muy bien toda su energía.

Algunos delfines emiten una especie de firma al hablar. ¿Es una especie de nombre?

Yo digo que es un apellido, porque la cría lo copia a la madre y luego lo personaliza personalmente. Posiblemente puede contener información más allá de la propia firma.

¿Qué hay de cierto en que los delfines ayudan a los náufragos, o que, en general, ayudan a los seres humanos?

Son teorías, tal vez por instinto de interpretar que un mamífero que está hundiendo, o porque el delfín por instinto puede empujarlo a la superficie como hacen las hembras recién paridas con las crías. Pero algo hay de cierto en estas leyendas.

¿Cómo acabó enseñando fotografía en Japón?

A finales de 2002 se cerró el chiringuito en Italia por problemas económicos y me invitaron a Japón y me quedé un tiempo. Daba clases de fotografía y también de español.

¿Qué es lo que más echa de menos de Galicia?

La verdad es que voy mucho, intento escaparme siempre que puedo. Pero el océano, es el océano y siempre voy por las playas de Ferrol. Siempre tienes mucha morriña, echas Enlacede menos el paisaje y claro, también a tu familia y amigos de toda la vida.

Fuente:

Xornal

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