La imagen más conocida de la Teoría del Caos es la de una mariposa que al batir las alas en Brasil desata un tornado en Texas. Parece una exageración, pero la posibilidad es real y algo similar pasa en casi cualquier aspecto de nuestras vidas. Así lo asegura James A. Yorke, un afable catedrático de matemáticas y física (considerado el padre de la teorìa de Caos)que va a ser investido doctor honoris causa por la Universidad Rey Juan Carlos, al que se considera uno de los padres de la Teoría del Caos.
De paso por Madrid para ser investido doctor
honoris causa por la Universidad Rey Juan Carlos, James A. Yorke,
Catedrático de Investigación Distinguido de Matemáticas de la
Universidad de Maryland, nos explica qué es el caos y por qué está en
todas partes, desde las revueltas en Egipto o Ucrania al sistema solar,
pasando por la economía.
O, por poner un ejemplo similar al de la mariposa, y
en palabras de Yorke: “Sales de tu casa diez segundos más tarde y
encuentras un semáforo. Y luego hay un atasco, y llegas una hora tarde
al trabajo y te despiden. Y acabas siendo un sintecho. El asunto es que hay pequeños efectos que producen grandes efectos”, asegura.
Porque lo que parte como una teoría matemática, tiene
muchas ramificaciones en nuestra vida diaria. "Existen tres tipos de
movimientos para artefactos mecánicos, uno estacionario, uno cíclico o
casi cíclico, y el tercero es el caótico". Se trata, según explica, de
un "movimiento más complejo, que no es predecible a largo plazo", que
hace que los objetos se muevan "para un lado o para otro, ves un patrón y
luego el patrón desaparece, y aparece uno nuevo. Y así son también
nuestras vidas, en constante movimiento y cambio", explica.
"Nuestras vidas tienen muchas opciones, y cuando
elegimos una, frecuentemente, hay un movimiento considerable. El punto
es que pequeños efectos producen grandes efectos, y de eso trata el
'efecto mariposa' ".
La visión económica del caos
En opinión de Yorke, una de las grandes
manifestaciones cotidianas del caos es la economía. "Nuestro sistema
económico es básicamente caótico, y es así a propósito". Lo explica
comparando la planificación existente en sistemas como el de la antigua
URSS, "donde todo estaba planeado y sabías hasta cuántos cordones para
zapatos producías, y de dónde iban a venir durante próximo lustro".
En contra, "lo que tenemos en el Occidente", que
define como "el caos planeado": "Queremos oportunidades, queremos que la
gente comience pequeñas compañías como Google o Facebook, y que puedan
explotar exponencialmente. Estas explosiones son el caos. Queremos que
quien tenga una buena idea tenga la posibilidad de sobresalir. Nuestro
sistema económico es caos".
Esa visión de la constante oportunidad encarna el caos
en sí mismo, según su explicación: "No queremos que sólo sea gente rica
la que se mantenga rica. Todos deberían tener una oportunidad. Imagina
si no fueras consciente del caos. Y pensaras, 'todo es estacionario o
cíclico'. ¿Acaso no hay religiones que dicen que todo es cíclico? Por
que no pueden imaginarse el caos", explica. "Había gente que hablaba de
los períodos 'dorados' en la economía, donde los precios del oro eran
cíclicos. ¡No eran cíclicos, pero no podían imaginarse algo más complejo
que lo cíclico! Pero no era así, era caótico".
"Siempre tengo un dicho: que las personas más exitosas son aquellas que tienen un buen plan 'b',
porque siempre tienes que reaccionar a los cambios", comenta. "Algunas
personas piensan que eso se tiene que planear, como los rusos solían
pensar, pero no. Tienes un plan, y lo adaptas, lo cambias. Eso es lo que
te dice el caos. No hagas planes a futuro".