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19 de noviembre de 2018

Cuando su mejor amigo murió, ella lo reconstruyó digitalmente

"Si solo pudiera volver a hablar con él"... Es lo que muchos piensan cuando pierden a un ser querido y es lo que pensó Eugenia Kuyda cuando perdió a su mejor amigo, Roman Mazurenko, de forma inesperada el 28 de noviembre de 2015.

Pero para lo que muchos es solo un pensamiento, para Kuyda fue una inspiración.

Resulta que esta rusa de 31 años es una genia de la informática y se especializa en inteligencia artificial.

Así que tres meses después de perder a Mazurenko, Kuyda lo "revivió" en formato tecnológico.

Creó lo que se conoce como un chatbot, un programa de computación que puede tener conversaciones simples con un humano. Su chatbot piensa y responde como lo haría Roman Mazurenko.

Kuyda le contó a la BBC que usó más de 10.000 textos escritos por su amigo para crear su bot.

Historia de una amistad

Ella y Mazurenko se habían conocido en Moscú cuando ambos eran jóvenes activistas.
Él se dedicaba a la moda y a promocionar eventos culturales, y ella editaba una revista inspirada en The New Yorker.

Ambos terminaron convirtiéndose en emprendedores, con start-ups digitales.

El trágico final del ruso llegó en un viaje a Moscú, cuando durante una salida con amigos fue arrollado por un auto.

Kuyda nunca llegó a despedirse y para ella fue una pérdida irreparable.

"Siempre me sentí como alguien de fuera y tener a Roman a mi lado me hacía sentir entendida", contó en una entrevista con la BBC.

Consumida por el dolor de la pérdida, se volcó a los miles de mensajes que habían intercambiado.

"Nos escribíamos mucho, vivíamos comunicándonos por texto, incluso si estábamos en dos lados de la misma casa", señaló.

"Entonces pensé, por qué no junto todos los mensajes que nos escribimos por años, los meto en la red neuronal que creamos (para Luka) y vemos si habla como Roman", recuerda.

No solo se basó en sus propios intercambios con Mazurenko sino que le pidió a sus amigos que le enviaran los textos que él les había escrito.

Tener que repasar años de amistad fue catártico para ella.

"Fue una forma de duelo muy interesante. A veces era duro porque sentía que no lo estaba soltando y me estaba volviendo loca, pero a la vez me permitió sentir cosas que estaba intentando evitar".

El artículo completo en: BBC Mundo

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