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1 de noviembre de 2012

Erika Cuéllar: La bióloga boliviana que está revolucionando el Chaco


El ejemplo de Jorge Segundo


 
"Era un joven que trabajaba como encargado del ganado en una hacienda y fue elegido por su comunidad como joven potencial para parabiólogo.

 
La comunidad los elige y los parabiólogos tienen que responder a la comunidad.

 
Trabajó con nosotros como auxiliar de campo, y luego en el proyecto de conservación del guanaco. Cuando yo salí para hacer el doctorado en la Universidad de Oxford, en Inglaterra, él se quedó encargado del proyecto y nos comunicábamos desde Oxford.

 
Ahora es el capitán de su comunidad y es el técnico en biodiversidad y conservación que va a hacer las negociaciones con el gobierno en temas de conservación.

 
Es un ejemplo de una persona que mantiene su cultura, representa a su pueblo y al mismo tiempo tiene la formación profesional suficiente como para liderar en decisiones en términos de conservación".


Erika Cuéllar

Sin la integración de la población local no puede haber conservación a largo plazo en América Latina, asegura la bióloga Erika Cuéllar, que recibirá el prestigioso premio Rolex. Fotos: gentileza Erika Cuéllar

En el corazón de Sudamérica, la creatividad de una bióloga boliviana está buscando salvar una de las especies más amenazadas de la región, con uno de sus tesoros más preciados: su gente. 

Erika Cuéllar recibirá este mes el prestigioso premio internacional Rolex 2012, que cada año concede fondos a proyectos excepcionales. La bióloga ha logrado ya que jóvenes guaraníes bolivianos se gradúen como técnicos en biología y sean protagonistas de los esfuerzos de conservación en su territorio.
Con los fondos del premio, Cuellar planea ahora extender el trabajo a otros países del Gran Chaco Americano y formar parabiólogos también en Paraguay y Argentina.

Jóvenes durante el curso para la formación de técnicos en biología

Los parabiólogos estudian durante ocho meses y reciben un certificado reconocido por el gobierno.
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Jóvenes guaraníes bolivianos enseñarán conservación en guaraní a sus pares paraguayos, en un proyecto que tiene como primer objetivo salvar las pequeñas poblaciones aisladas y amenazadas de guanacos que subsisten en el Chaco.

Cuéllar cree que el proyecto puede replicarse en otras partes de América Latina, "donde la gente local no es integrada en los procesos de conservación y por eso no tenemos conservación a largo plazo".

"La integración de la población local en los proyectos de conservación en América Latina es fundamental. 

No podemos ignorar que hay gente viviendo de los recursos naturales cerca de las áreas protegidas, que no debe ser vista como mano de obra barata", le dijo Cuéllar a BBC Mundo.

"Ellos son capaces de tomar decisiones sobre la conservación de esos recursos".

El modelo de conservación desarrollado por Cuéllar ya ha despertado interés fuera de Latinoamérica y la bióloga fue invitada a explicar el proyecto en la India.

Conocimiento del bosque

Guanacos

Sólo quedan grupos aislados de unos 200 guanacos en el Chaco de Bolivia, Paraguay y Argentina. El proyecto buscará crear corredores.

El trabajo de Cuellar en el Gran Chaco comenzó en 1997. Fue entonces que una institución guaraní en Bolivia se alió con la organización internacional de conservación Wildlife Conservation Society (WCS).
Los pobladores guaraníes "siempre quisieron tener su territorio y propusieron al gobierno crear un parque nacional. Se logró un área protegida de 3,4 millones de hectáreas, el parque Kaa-Iya, y yo entré a trabajar como bióloga, mi primer trabajo después de recibirme".

"Normalmente la gente local es contratada a corto plazo como guías, pero yo me quedé tan impresionada de la capacidad de aprender de los jóvenes que nos auxiliaban que mi forma de trabajar fue aprender de ellos".

La población local conocía profundamente, por ejemplo, la dinámica del bosque, dónde ir para ver ciertos animales y qué plantas comían.

"También trabajé mucho con cazadores y me impactó su relación la Naturaleza. Cuando van a cazar piden permiso al "Iya". Los dioses son iyas y cada animal tiene el suyo. Si una persona caza y ve que otra vuelve sin nada comparte su presa por pequeña que sea".

Al cabo de diez años el proyecto con WCS terminó y los jóvenes iban a volver a sus actividades normales. En Bolivia la caza de subsistencia está permitida y muchos jóvenes son cazadores o pescadores durante los cuatro meses en que el río Parapetí es más dinámico. Para otros la única opción era migrar a la ciudad a trabajar en la industria de la caña de azúcar, "donde es conocido que son muy mal pagados".

"Me pareció tan injusto que el proyecto terminara y se quedaran sin ser reconocidos", le dijo Cuéllar a BBC Mundo.

"El potencial que tienen estos chicos es tan grande de cara a la conservación de los recursos naturales que para mí era un desperdicio no poder apoyar en el proceso de integración de estos jóvenes".

Técnicos en conservación

Jorge Segundo con un zorro que fue atrapado para colocarle un radiocollar

Jorge Segundo con un zorro al que se le colocará un radiocollar.

Cuéllar presentó una propuesta a una fundación británica, Whitley Fund for Nature, y en 2007 obtuvo fondos para desarrollar un curso intensivo de conservación de ocho meses evaluado por un instituto reconocido por el gobierno boliviano.

Al final del curso, jóvenes de tres etnias del Chanco, entre ellos guaraníes, obtuvieron un certificado, reconociendo su competencia profesional en conservación, y perciben un salario.

"Estos jóvenes no sólo tenían el conocimiento natural y la experiencia durante 10 años, también demostraron que eran capaces de estudiar y dar exámenes".

"Por primera vez en el país fueron reconocidos como técnicos locales y ahora tienen un certificado que dice que son técnicos, esto como para cualquier profesional es importante y hace sentir a la gente local que no sólo son ayudantes de biólogos sino parte del proceso".

Conservación, pero a largo plazo

Avance de la frontera agrícola en el Chaco vista desde el aire

Avance de la frontera agrícola en el Chaco boliviano.
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Para la bióloga, la conservación a largo plazo significa que "la gente local esté suficientemente capacitada como para tomar decisiones en pro de su propio bienestar, porque ellos utilizan el recurso, y en pro de la conservación".

"En general algo que me molesta muchísimo de quienes trabajan en conservación es que en los proyectos grandes buscan trabajo barato, cuanto menos se gaste en la gente y más en investigación mejor".

"Mi idea es proponer a los gobiernos que los proyectos de conservación tienen que tener parte de su presupuesto destinado a capacitación local, porque cuando los fondos internacionales colapsan localmente no hay nada que sostenga esta investigación. Los gobiernos locales se atienen a fondos externos y no toman la responsabilidad de hacer sostenible la conservación en los propios países, para mí esto es un reto".

Salvar a los guanacos

El proyecto que será financiado con el premio Rolex está centrado en formar parabiólogos en los otros países del Gran Chaco Americano, un bioma de un millón de kilómetros cuadrados que alberga la mayor extensión de bosque tropical seco del mundo.

"Este bioma está en el corazón de América del Sur y se extiende en Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil. Tiene un gradiente climático y características geológicas únicas que hace de esta un área un área con mucha diversidad, porque tiene llanuras, sabana, esteros, bañados, salitrales. Es como la transición entre el bosque amazónico, la zona mas húmeda y la zona desértica".

"El objetivo es formar parabiólogos en Argentina y Paraguay y lo que estoy haciendo ahora es contratar a los técnicos en Bolivia ya formados para que ellos formen a los técnicos en los otros países. Compartimos el mismo idioma, el guaraní, yo soy boliviana y mi mamá es guaraní. Lo más cercano a los indígenas paraguayos son los parabiólogos de Bolivia que van a comunicarse en su mismo idioma".

Además del entrenamiento de parabiólogos, otro objetivo central es la conservación de los guanacos.

"Viven en una zona de sabana y el tema en Bolivia es que solamente hay una población de alrededor de 200 individuos porque en el pasado enfrentaron una presión altísima de cacería".

Una población tan limitada puede no ser viable, pero "nuestra esperanza es que hay una población igual de pequeña en Paraguay, a solamente 37 kms y otra en el Chaco de Argentina". Cuéllar impulsará un proyecto trinacional enfocado en esta especie, con la esperanza de que las poblaciones entre Bolivia y Paraguay tengan un intercambio genético.

No existen barreras geográficas entre ambas poblaciones, pero uno de los principales problemas es la alta cacería en Paraguay, dijo la bióloga.

Cambio climático

Luis Chiqueno en su graduación junto a su familia

Luis Chiqueno, otro de los técnicos, en el día de graduación.
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Los parabiólogos también evaluarán el cambio del hábitat de los guanacos debido al potencial efecto del cambo climático. "En los últimos 40 años ha habido un cambio brutal en el hábitat del guanaco y queremos ver la relación de la especie con este nuevo ambiente".

Los cambios son diversos, desde nuevos patrones de lluvias que hacen que “los pastos sean más vulnerables a desaparecer y sean invadidos por especies leñosas, y lo que era pampa abierta con pasto se convierta en zonas boscosas a las cuales los guanacos no están adaptados".

Otros factores de cambio son la incorporación de grandes cantidades de ganado vacuno en zonas frágiles y la presión humana con consecuentes incendios.

Para Cuéllar, la destrucción de la naturaleza "va a una velocidad tal que los que intentamos hacer conservación necesitamos aliarnos con los gobiernos, las organizaciones y la gente local".
"La conservación de los recursos naturales es una carrera contra el tiempo".

Parabiólogos en el Chaco boliviano

Los parabiólogos de Bolivia serán contratados para entrenar a sus pares en Paraguay y Argentina.

Fuente:

BBC Ciencia

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24 de septiembre de 2012

El guanaco: el animal que podría salvar a la Patagonia

Manada de guanacos

Argentina tiene la mayor cantidad de guanacos del planeta, un animal silvestre ascendiente de la llama que sólo existe en cinco países de América del Sur, y que es famoso por escupir.

En Bolivia, Paraguay y Perú quedan tan pocos ejemplares que se la ha declarado una especie en peligro de extinción. Sin embargo, en la región de la Patagonia aún habitan cientos de miles de estos camélidos, ya que es un animal especialmente adaptado a regiones áridas. 

En la austral provincia argentina de Santa Cruz, donde vive la población más grande de guanacos, su presencia es tan grande que incluso algunos lo consideran una plaga.

Un grupo de diputados de la Legislatura provincial pidió en junio pasado que se lo declare una especie perjudicial y que se controle su población, por considerar que la presencia de este animal en las rutas es un peligro y provoca accidentes viales.

Esa petición generó una ola de repudio de parte de organizaciones ambientalistas y la controversia incluso llevó a que el mismo Estado decidiera difundir algunos datos sorprendentes sobre un animal casi ignoto en el país, a pesar de su presencia milenaria.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) publicó un comunicado en el que explica que, lejos de ser perjudicial, el guanaco tiene características que podrían ayudar a preservar esta región y además ofrece un enorme potencial económico aún sin explotar.

"(El guanaco) posee una de las fibras más finas del reino animal, muy apreciada por su impermeabilidad y suavidad en el mercado textil internacional", informó el organismo estatal.

Gabriela Lichtenstein, investigadora del Conicet y presidenta del Grupo de Especialistas en Camélidos Sudamericanos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), le dijo a BBC Mundo que la fibra del guanaco es incluso más fina que el cachemir y la alpaca, algo que muy pocos saben.
Según la experta, el pelo de este camélido sudamericano llegó a valer hasta US$180 el kilo hace unos años, mientras que la lana de oveja –el principal ganado de la Patagonia- vale apenas unos US$6.

Potencial riqueza

Guanaco

Quienes conocen a los guanacos recuerdan su costumbre de escupir.

Los especialistas como Lichtenstein advierten que por ignorancia algunos quieren deshacerse de un animal que podría traer grandes riquezas a la región.

El empresario Juan José Mazquiarán no tiene dudas sobre el potencial de este animal: "El guanaco es la ganadería del futuro de la Patagonia", le aseguró a BBC Mundo.

A pesar de que su principal negocio ganadero son las ovejas, Mazquiarán cree que los guanacos ofrecen muchas más ventajas y por eso desde 1998 comenzó a desarrollar la cría de estos animales.

Hoy es dueño de dos criaderos (hay apenas un puñado en el país) y su familia fundó la empresa GuenGuel, que se dedica a desarrollar la fibra de guanaco.

"Los guanacos viven en promedio entre 15 y 20 años, contra cinco años de las ovejas, y tienen el triple de crías, unas 11", resaltó.

"Pero su ventaja más grande es su adaptación a los suelos áridos. En esta región hay cada vez más sequías y erupciones volcánicas, por lo que la cría de ovejas se está haciendo cada vez más difícil", explicó.

Según científicos argentinos, el 70% de Santa Cruz ya es tierra desertificada. Ante este escenario que amenaza con empeorarse, Mazquiarán cree que el guanaco podría convertirse en la única alternativa viable.

Contra la desertificación

Los expertos en camélidos destacan que los guanacos no sólo se adaptan a un suelo con poca agua. También ayudan a frenar la desertificación.
"El guanaco al tener almohadillas en los dedos impacta menos en el suelo y por lo tanto preserva mejor los pastizales que las ovejas y sus pezuñas"
Ricardo Baldi, Centro Nacional Patagónico

"El guanaco al tener almohadillas en los dedos impacta menos en el suelo y por lo tanto preserva mejor los pastizales que las ovejas y sus pezuñas", detalló Ricardo Baldi, investigador del Centro Nacional Patagónico.

"Son también más eficientes a la hora de alimentarse porque digieren mejor los pastos secos, reciclan mejor el nitrógeno y por lo tanto consumen menos alimentos", agregó.

También su forma de comer es más "ecológica": cortan el pasto en vez de arrancarlo (como las ovejas), lo cual permite que se regenere más rápido.

Con tantas ventajas, es difícil entender por qué la cría de guanacos no es un negocio más extendido en la Patagonia. Lejos de competir con la ganadería ovina, muchos ven a estos animales como una molestia, como quedó ejemplificado por la decisión de los diputados santracruceños.

Según Lichtenstein, el principal problema es el desconocimiento.

Marcos Clifton, director de Fauna Silvestre de la provincia de Santa Cruz, le aseguró a BBC Mundo que el pedido de los legisladores será desestimado, pero coincidió en que se debe trabajar para educar sobre los beneficios que ofrece el guanaco.

Impulso

Captura silvestría

Jinetes argentinos juegan un papel crucial para comercializar la fibra.

Los expertos afirman que otro impulso que requiere esta floreciente industria es la creación de una cadena de valor. Con este fin, el Estado nacional anunció recientemente que otorgará fondos para establecer empresas que trabajen la fibra de guanaco.

Para Mazquiarán también es necesario que se invierta en una campaña internacional para informar al resto del mundo sobre las bondades de este producto desconocido.

"Si a uno le dicen que le venden un producto de cachemir sabe lo que es, pero si le dicen que es de guanaco ni se imagina que es aún más fino", ejemplificó.

Por último, está el desafío que representa el propio animal. Al ser una especie salvaje no es fácil mantenerlo en cautiverio, algo que además es criticado por los ambientalistas.

Incluso algunos criadores como Mazquiarán admiten que se trata de un negocio económicamente inviable.

Sin embargo, existe una alternativa que satisface tanto a productores como ecologistas: se conoce como "captura en silvestría" e implica que una vez al año los animales sean arriados hacia una manga especial, donde se los esquila.

"Argentina tiene jinetes especialmente adiestrados para este fin, es sólo cuestión de que cada vez más ganaderos empiecen a aplicar esta técnica", aseguró Lichtenstein.

Habrá que esperar unos años para saber si el guanaco se convierte en el nuevo rey de la Patagonia, como estos especialistas desean, o si este animal, que ya vivía en la región antes de la llegada del hombre, mantiene su histórico bajo perfil.

Fuente:

BBC Ciencia

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