Los
arqueólogos han encontrado una formación rocosa en Ecuador que podría
pertenecer nada menos que a Atahualpa, el último gobernante del Imperio
Incaico.
“El
sepulcro de Atahualpa, ejecutado por los conquistadores españoles, ha
sido un misterio. Así que si el nuevo hallazgo resulta ser ese sepulcro
podría ser uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de la
historia”, comparable con la tumba de Tutankamón, comentó a ‘Daily
Telegraph’ Benoit Duverneuil, miembro del equipo internacional
arqueológico que realiza las excavaciones.
El
hallazgo se produjo en Ecuador, en lo alto de los Andes del Parque
Nacional Llanganates. Se trata de una estructura de casi 80 metros de
altura, con paredes arregladas en un ángulo de 60 grados, compuesta por
cientos de piedras de dos toneladas. “Podría contener las habitaciones y
otros montículos que pueden estar cubriendo otras estructuras”, comentó
Duverneuil.
El
lugar, creen los investigadores, podría también albergar el perdido
Tesoro de Llanganates: una colección de oro y otros objetos de valor que
los súbditos de Atahualpa acumularon para pagar a los conquistadores
que lo habían capturado. Se dice que Atahualpa prometió a los españoles
una habitación llena de varios artefactos de valor incalculable, pero
los españoles lo ejecutaron en 1533.
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