Para penalizar la falta de puntería. Si nos fijamos, cerca del 20 (la
máxima puntuación) hay dos números bajos: si fallas, el premio es
escaso; y así, sucesivamente con los demás números. Esta idea se
atribuye al fabricante de dianas Brian Gamlin, quien en 1896 decidió
ordenarlos así, en vez de consecutivos. Lo que quizá no sabía es que hay
2.432.902.008.176.640.000 combinaciones, y resulta que esta es casi la
mejor opción.