Los coches se calientan debido al efecto invernadero:
la luz solar que atraviesa la ventana es absorbida por las superficies
del interior, y reflejada de vuelta al aire en forma de calor. Esta
radiación en forma de calor no puede salir hacia fuera a través del
cristal, de modo que la la temperatura interior aumenta frente al
exterior. "El interior del coche se calienta porque entra radiación que
no puede salir", aclara Klein. El color del interior del vehículo sí puede condicionar la cantidad de calor acumulado,
ya que las superficies internas oscuras absorben más energía solar,
pero el color de la carrocería no ejerce ninguna influencia.
El color externo de un vehículo no afecta a la cantidad de calor que
acumula cuando se expone al sol, según comprobó el año pasado Sanford
Klein, del Laboratorio de Energía Solar de la Universidad de Wisconsin
Madison.
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Muy Interesante